Transporte ferroviario

Portugal abre la puerta a unir con AVE Oporto y Madrid

El Plan Nacional Ferroviario luso pretende conectar la capital española con la segunda ciudad portuguesa a través de Salamanca en algo más de tres horas

Vista de un tren AVE junto al tren del nuevo servicio de alta velocidad de bajo coste de Renfe, Avlo
Vista de un tren AVE junto al tren del nuevo servicio de alta velocidad de bajo coste de Renfe, AvloMariscalAgencia EFE

El Plan nacional Ferroviario que baraja Portugal contempla conexiones de alta velocidad entre las diez mayores ciudades del país para 2050 y abre la puerta a ligar Oporto con Madrid a través de la frontera lusa con Salamanca.

Lisboa, Oporto, Coimbra, Leiria, Évora y Faro figuran entre las diez grandes ciudades lusa que podrían unirse por alta velocidad con una red que permitiría conexiones por tren con hasta 28 centros urbanos en todo el país.

Una de estas variantes podría ser una línea entre Aveiro -unos 55 kilómetros al sur de Oporto- y Guarda, que seguiría hasta la frontera española con Salamanca y permitiría así unir Oporto con Madrid en algo más de tres horas.

Además, la propuesta mantiene la posibilidad de otras tres conexiones ferroviarias con España: Oporto-Vigo, la línea de mercancías hasta Caia, en la frontera con Badajoz, y el eje del Algarve entre Faro y Sevilla que estudian ambos países.

El plan prevé también la creación de un nuevo trayecto sobre el Tajo que permitirá agilizar las conexiones entre Lisboa y el sur del país.

Los ejes principales de la iniciativa han sido ya comprometidos por el Ejecutivo del socialista Antonio Costa, como la conexión de alta velocidad Lisboa-Oporto con extensión a Vigo para impulsar la línea atlántica.

El objetivo del plan es garantizar la movilidad interna con condiciones para que en 2050, cuando Europa marcó el límite para alcanzar la neutralidad carbónica, el país pueda prescindir de los vuelos nacionales.

El modelo prevé que el transporte en tren alcance el 20% de la cuota de movilidad en el país frente al 5% actual.

La propuesta será sometida a un debate público antes de ser sometida al Parlamento, donde los socialistas tienen mayoría absoluta.