Elecciones

Guerra de fondo en CEOE: Garamendi “prepara” la votación a su gusto y veta la intervención de Guinda

La candidatura alternativa denuncia vetos por parte de la dirección, manipulación de la mesa electoral e irregularidades en el aforo de la sala escogida para la votación

Entrevista a Virginia Guinda, candidata a presidenta de la CEOE
Entrevista a Virginia Guinda, candidata a presidenta de la CEOEDavid JarLa Razon

A 24 horas para las elecciones de la presidencia de la CEOE, el ambiente ha pasado de enrarecido a irrespirable, en una vorágine de acontecimientos y denuncias por parte de la candidatura de Virginia Guinda, la empresaria que decidió dar el paso adelante de enfrentarse al actual presidente, Antonio Garamendi. Son varias las acusaciones que Guinda ha puesto sobre la mesa. La primera el veto que la dirección actual de la patronal le ha impuesto para impedir que se dirija a los miembros de la Asamblea como candidata antes de la votación, “un derecho que hemos solicitado y que nos han negado”, explican a LA RAZÓN, fuentes de la candidata.

Desde la patronal se ha justificado esta decisión porque en el “orden del día programado nunca se incluye la intervención de los líderes de las dos candidaturas a la presidencia de la CEOE”, una medida que durante la última semana tanto Guinda como algunas de las patronales que la apoyan han reclamado de forma insistente una modificación transitoria de la normativa para que Guinda pudiera informar directamente a todos los asociados su programa antes de la votación. Pero la propuesta ha sido tajantemente rechazada por la dirección de la organización. “No es posible. Nunca se ha hecho así. Además, el orden del día fue aprobado en junta directiva y por unanimidad por todos los integrantes, incluida Foment de Treball, y no se puede cambiar sin infringir la normativa electoral, así que no entendemos a qué viene ahora esta petición”, insisten desde CEOE.

Además, y como ha ido denunciando Guinda en cada una de sus entrevistas e intervenciones públicas, la opacidad se ha vuelto a imponer dentro de la cúpula de la organización, que “han llevado en absoluto secreto el secretario general de la CEOE y la dirección de los servicios jurídicos de la patronal, que están actuando prácticamente como censores de la candidata y defensores de la candidatura de Garamendi, cuando deberían de ser absolutamente imparciales ante las dos opciones de voto”, critican desde la candidatura de Guinda. Y para muestra señalan que, a día de hoy, aún desconocen los miembros que compondrán la mesa electoral, sobre los que sospechan que “no serán independientes sino afines al actual presidente”. Lo único que les han comunicado es que se instalarán dos urnas y que se ha autorizado un interventor por cada candidatura. “Y hasta ahí es todo lo que sabemos”.

El tercero de los puntos que ha levantado la indignación de Guinda ha sido el centro de votación escogido, “que no reúne las condiciones de capacidad mínima para celebrar esta votación”, confirman fuentes de su equipo. Los comicios tendrán lugar en el salón del madrileño Auditorio Nacional, con un aforo para 650 personas, lejos del total del censo electoral, que cuenta con 789 vocalías de 222 organizaciones empresariales, por lo que se superaría claramente el aforo, algo que desde la CEOE se quita importancia porque dan por hecho que “no asistirá el censo completo” y, “si fuera necesario”, se permitiría el acceso libre a las instalaciones para cumplir con la normativa interna si llegara el caso de asistencia plena de todas las vocalías y organizaciones, explicación que no ha convencido a la candidata.

Guinda, que durante los últimos días ha buscado con ahínco el apoyo de más patronales sectoriales para mantener opciones de triunfo tras la decepción de haber recibido la negativa oficial de algunas de las más importantes, como CEIM o Faconauto, espera que la libertad de voto otorgada por la mayoría de las organizaciones le proporcione el apoyo del voto oculto, que ha crecido en los últimos tiempos por el descontento con la gestión que Garamendi ha llevado a cabo principalmente durante los últimos dos años.