Empleo

La creación de empleo se estanca aunque el paro baja en 33.500 personas

La afiliación apenas suma 155 personas. El número de contratos se desploma casi un 30% durante el último año y los contratos fijos discontinuos y temporales se disparan

El paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha bajado en 33.512 personas (-1,15%) en el mes de noviembre. Se trata de la segunda mayor bajada en este mes en la última década solo superada por la del año 2021 marcada por la pandemia. El total de parados se sitúa en 2.881.380 personas y es la más baja en un mes de noviembre desde el año 2007.

En esta época del año, las cifras de desempleo han estado marcadas por el tradicional paso atrás en el mes de noviembre. Desde el inicio de la serie histórica -en 1996-, ha habido más cruces que caras -el paro ha aumentado en 21 meses de noviembre y solo ha bajado en seis- y el de este año ha tocado cara, tras el segundo descenso más elevado tras el de 2021 -cuando bajó en -74.381 desempleados-, aunque ese estuvo año marcado por la pandemia.

Sin embargo, la afiliación pierde 155 cotizantes y apunta a un estancamiento. Así, el número total de cotizantes a la Seguridad Social se situó en 20.283.631 personas. Este parón en la creación de empleo lastrado por la ralentización de la actividad económica contrasta con los aumentos de la ocupación que se registraron en noviembre de 2020 y 2021, en los que se ganaron 31.638 y 61.768 cotizantes, aunque ambos ejercicios que estuvieron marcados por la recuperación tras la pandemia.

El Ministerio que dirige José Luis Escrivá ha preferido ver el vaso medio lleno y ha destacado en su comunicación que, en términos desestacionalizados, el número de cotizantes encadenó en noviembre su decimonoveno incremento consecutivo tras sumar el sistema 78.695 ocupados (+0,39%), hasta un total de 20.319.146 personas. También ha destacado que se han creado 480.044 empleos entre enero y noviembre en valores desestacionalizados y que, desde agosto de 2021, mes en el que se superó el nivel de afiliación anterior a la pandemia, la ocupación se ha incrementado en cerca de 825.000 cotizantes. Pero la realidad es que se ha perdido afiliación.

Tampoco llegan buenas noticias sobre el número de contratos, que se ha desplomado un 29,5% durante el último año, hasta alcanzar 1.424.283 contratos, de los que 615.236 fueron contratos indefinidos, cifra que supera en más del doble (+117,4%) a la de noviembre de 2021 y el 43% de los contratos, porcentaje que también se ha reducido un 2,7% respecto al mes anterior, cuando la proporción de contratos fijos fue del 45,7%.

Pero estos contratos indefinidos tienen una lectura en B. Del total de estos contratos suscritos en noviembre, solo 252.714 fueron a tiempo completo, un 43,7% más que en igual mes del año pasado, pero 149.575 se firmaron a tiempo parcial, más del doble que un año antes (+104,5%) y 212.947 fueron contratos fijos-discontinuos, multiplicando por más de seis la cifra de noviembre de 2021 (+525,9%), gracias a que las empresas utilizan esta modalidad de contrato para evitar problemas con la Inspección, pero no dejan de ser contratos temporales que no engrosan las cifras del paro por están en activo aunque cobren el desempleo. Y aún así, durante el undécimo mes de año se firmaron 809.047 contratos temporales, un 53,4% menos que en igual mes de 2021.

Con estas cifras, expertos y analistas laborales continúan advirtiendo de este embolsamiento de contratación temporal encubierta. El director del BBVA Research y economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia, y el responsable de Análisis Económico de la entidad, Rafael Doménech, hablaban esta semana de que los trabajadores con contrato fijo discontinuo integrados como población activa “distorsiona” el cálculo de los efectos del empleo sobre el crecimiento del PIB. Ante esta realidad, avanzaron que están “en fase de captar este cambio” en de sus modelos de estimación para evitar enjuagues estadísticos.

Por su parte, un análisis de Fedea, dirigido por el investigador Florentino Felgueroso, alertó sobre una brecha de “160.000 parados ocultos” en contratos fijos discontinuos, determinado por un “ajuste no comunicado” por parte del SEPE en los registros de demandantes de empleo con este tipo de contrato que generó ese agujero respecto a la cifra oficial de descenso de desempleados en el mes de octubre, cifra que estaría en niveles similares en el mes pasado. Por ello, Felgueroso concluyó que los datos de fijos discontinuos distorsionan la estadística por una falta de información que no permite valorar el “tamaño real del ajuste en los fijos discontinuos”, a los que denomina “parados efectivos”.

Y lo mismo pasa con los 20.000 trabajadores que están en ERTE, que como los fijos discontinuos se encuadran en el grupo de “demandantes de empleo con relación laboral” y no figuran como parados aunque lo estén, en una cantidad que va en aumento y que se acerca ya a los 450.000 trabajadores.

Pese a que estas cifras atestiguan que el mercado laboral mantiene un alto grado de temporalidad, aunque sea encubierta, el Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz presumió en su comunicado de que la reforma laboral aprobada “ha consolidado la estabilidad del empleo en todos los sectores”.