¿Qué peligros tiene comprar por subasta una vivienda embargada por Hacienda?

Una vida cada vez más cara, la subida del euríbor o incluso el endurecimiento de las condiciones para conceder hipotecas son algunas de las razones que hacen que comprar una casa sea más un sueño que una realidad. La adquisición de un inmueble no está al alcance de todos los bolsillos, por lo que muchos tienen que resignarse a vivir de alquiler.

No obstante, pese a la problemática existente, aquellas personas que quieran convertirse en propietarios sin acabar con el agua al cuello pueden conseguirlo a través de las subastas de viviendas. Esto supone una gran oportunidad, ya que los interesados podrán adquirir un inmueble por debajo del valor de mercado, llegando ahorrarsehasta un 50%.

Lassubastas de casas se producen cuando una persona o entidad ha pedido al juzgado la subasta de una vivienda para pagar una deuda que se ha podido contraer cuando el propietario no ha podido hacer frente a la hipoteca. En este sentido, desde la Agencia Tributaria pusieron en marcha un nuevo sistema de búsqueda de bienes inmuebles en subasta que se publican en el Portal del Boletín Oficial del Estado para ayudar a los interesados a localizar de forma “ágil y sencilla” cualquier inmueble que se adapte a sus necesidades.

Sin embargo, aunque la subasta de una vivienda pueda parecer un “chollo”, antes de pujar es necesario prepararse previamente y recabar información del inmueble en cuestión para que no se transforme en un regalo envenenado. “Las deudas que pueda haber con la comunidad de propietarios no se tienen en cuenta, así como los recibos pendientes del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o la tasa de basuras que, aunque sean del titular anterior, la finca está afecta a su pago”, reconoce la abogada y socia del despacho de Círculo Legal, Arantxa Goenaga.

Asimismo, en la ficha del inmueble tampoco aparecerá la información que hace referencia a “algún expediente en el ayuntamiento para restaurar la legalidad por alguna obra que se haya hecho de forma ilegal”, tal y como indica la experta. Otro de los aspectos a comprobar antes de pujar será la situación posesoria del inmueble, ya que es posible que no se sepa “si existe un arrendatario o bien que haya una ocupación”.

Atractivo para inversores

Pujar en una subasta para comprar una vivienda resulta atractivo económicamente, ya que el interesado puede llegar a ahorrarse hasta un 50% respecto al valor del mercado. Sin embargo, al no existir una agencia de intermediación para ayudar al interesado en la comercialización del inmueble, esto hace que el pujador vaya a ciegas.

“No hay un profesional que pueda informar de todos los datos relevantes, que compruebe que está al corriente del pago de los impuestos y que no haya ningún problema en el ayuntamiento o con la comunidad”, insiste Goenaga.

Asimismo, pese a que la ficha incluye fotos del inmueble, la persona que puja no sabe el estado físico del inmueble en su totalidad. Por todo ello, esta experta no recomienda acudir a subastas inmobiliarias para comprar una vivienda habitual, aunque “como inversión sí que puede ser interesante, pero siempre contando con asesoramiento para que nos pueda guiar en todo el proceso”.