Trabajo

La reforma laboral dispara los contratos indefinidos a 6,5 millones, pero su duración se desploma al mínimo en 15 años

Los indefinidos solo suponen el 38% del total de los firmados este año. Los contratos fijos discontinuos, a tiempo parcial y los indefinidos de corta duración se disparan, igual que los despidos en periodo de prueba

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda DíazToni GalanAgencia EFE

La contratación indefinida cerrará 2022 con más de siete millones de acuerdos laborales sellados en esta modalidad, una cifra récord que supone más que triplicar los 2,1 millones de 2021, “consecuencia de la entrada en vigor de la reforma laboral”, defiende el Ministerio de Trabajo en la comunicación de los últimos datos de contratación. Hasta noviembre de este año se han firmado 5,2 millones de contratos indefinidos iniciales, a los que se suman 1,3 millones convertidos desde otras modalidades a fijos, elevando el total a 6,5 millones.

De seguir el ritmo previsto -en este año se han firmado de media 480.000 contratos indefinidos iniciales cada mes a los que se suman los convertidos- en diciembre se superará esa barrera de los siete millones, que supondrá más que triplicar los 2,1 millones en total de 2021. El año pasado a los 1,22 millones de contratos indefinidos iniciales en todo el año se sumaron 877.865 convertidos desde otras modalidades a fijos, con lo que esos acuerdos representaron solo el 10% de los 19,3 millones de acuerdos laborales firmados en 2021. En total, los contratos indefinidos a tiempo completo sumaron 2,8 millones, entre iniciales y convertidos, duplicando los del mismo periodo del año pasado.

Estas son las cifras que ha presentado Trabajo -según las datos del SEPE- como un gran éxito de la reforma laboral de Yolanda Díaz. Pero estos datos tienen trampa. En estos once primeros meses del año, los indefinidos apenas suponen el 38% del total de los firmados. Aunque es un porcentaje que supone una mejora para el mercado laboral, el peso de los contratos temporales sigue siendo abrumador y la calidad de los indefinidos está seriamente cuestionada.

En realidad, la duración de los nuevos contratos de larga duración se ha desplomado al mínimo en 15 años tras la reforma laboral, ya que se firman más contratos de este tipo pero su duración no supera el mes de vida en un tercio de ellos y la media de todos estos contratos se sitúa en un máximo de 45 días, el mínimo desde 2006. Además, la temporalidad se oculta también entre los indefinidos por el despegue de contratos de fijos discontinuos -que cuando cesan su relación laboral no computan como parados al estar en activo pero sí cobran el paro- e indefinidos a tiempo parcial.

En concreto, de los contratos indefinidos iniciales y convertidos hasta noviembre, 2,1 millones eran la modalidad de fijos discontinuos, lo que supone multiplicar por nueve los 246.194 en esta modalidad en los once primeros meses de 2021, y los indefinidos a tiempo parcial alcanzaron los 1,6 millones triplicando la cifra del mismo periodo del año anterior. La modalidad de fijo discontinuo ha ido ganando peso sobre el total de acuerdos laborales siendo la fórmula más habitual para sustituir el uso de los contratos temporales, que quedó restringida con la entrada en vigor de la reforma en enero de 2021. Pero su peso sigue siendo abrumadoramente superior, pese a acumular un descenso del 33%, con un total de 10,5 millones frente a los 15,7 millones del mismo periodo del 2021.

Por modalidades, en el caso de los de obra y servicio -que deben desaparecer a partir de ahora- se habían firmado 1,3 millones contratos de este tipo, frente a los 6,4 millones de 2021, un descenso del 80%. En la modalidad de eventual por circunstancias de la producción, el descenso es menor al pasar de 7,8 millones a 7,1 millones, un 9% menos. Pero este descenso no se debe realmente a un cambio real de condiciones laborales, sino al temor que los empresarios tienen a ser sancionados por la Inspección de Trabajo, por lo que optan por contratos indefinidos de corta duración, fijos discontinuos o por indefinidos a tiempo parcial.

Así, los contratos indefinidos de duración inferior a una semana también se han disparado y suponen ya el 18%. Además, Los despidos de empleados indefinidos en periodo de prueba se han multiplicado y han pasado de suponer un 0,15% del total de contrataciones indefinidas a un 0,34%, casi el doble. A diferencia del despido, en este caso el trabajador solo tiene derecho a recibir liquidación y finiquito.