Opinión

El Banco de España y el blog de Guindos y Enria que no apuntan optimismo

Deterioros bancarios y un raquítico crecimiento económico apuntan en 2023

Magnitudes macroeconómicas 2022
Magnitudes macroeconómicas 2022Teresa Gallardo

François Marie Arouet (1694-1778), más conocido como Voltaire, pensaba que «la incertidumbre es una posición incómoda, pero la certeza es una posición absurda». No está claro, y tampoco importa, si Luis de Guindos, Andrea Enria o los responsables del Banco de España que gobierna Pablo Hernández de Cos son más o menos volterianos, aunque sí se podrían calificar así sus previsiones para los próximos meses. Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), y Andrea Enria, presidente de Supervisión del BCE, publicaron ayer un blog que titulaban con una pregunta: «¿Están los bancos preparados para capear el aumento de los tipos de interés?».

Concluyen que las entidades financieras son lo suficientemente sólidas para manejar los efectos de las subida de tipos de interés en sus balances, aunque deben prepararse para posibles efectos a largo plazo de la normalización de la política monetaria. Advierten, sin embargo, que los bancos «podrían tener que afrontar mayores pérdidas crediticias, ya que las empresas y las familias pueden tener dificultades para pagar sus deudas en un entorno de subidas de tipos de interés». Apuntan que «ya hay incipientes deterioros de la calidad de los activos», lo que requeriría mas provisiones. Incertidumbre, en definitiva.

Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España presentó también ayer las proyecciones de la economía española para el periodo 2022-2025. Los expertos del Banco de España descartan una recesión técnica, pero también rebajan las previsiones de crecimiento para 2023 y 2024, al 1,3% y 2,7% del PIB, respectivamente, al mismo tiempo que han subido las de 2022 hasta un 4,6%. El gran obstáculo, no obstante, es que el próximo año tendrá que convivir un raquítico aumento del PIB con un IPC armonizado que habrá bajado, pero que todavía campará por el 4,9%. Es decir, un escenario cercano a la temida estanflación que, eso sí, se corregiría en 2024.

El Banco de España, sin embargo, insiste, como hace desde algún tiempo, en que estábamos «en una coyuntura extraordinariamente incierta», que complica cualquier previsión y obliga a olvidar las certezas y asumir una posición incómoda, como ya advirtió Voltaire.