Ferrocarril

La alta velocidad española rompe la barrera de los 4.000 kilómetros

Las aperturas de este ejercicio han dado un importante empujón a la red, que superará los 5.000 km en los próximos años. El AVE a Murcia, último hito

Adif ha empezado este miércoles a realizar las últimas pruebas de la línea de Alta Velocidad entre Murcia y Orihuela con trenes similares a los que enlazarán la capital con Madrid. EFE/Marcial Guillén
Adif ha empezado este miércoles a realizar las últimas pruebas de la línea de Alta Velocidad entre Murcia y Orihuela con trenes similares a los que enlazarán la capital con Madrid. EFE/Marcial GuillénMarcial GuillénAgencia EFE

Los AVE de Renfe empezaron a circular el pasado martes entre Madrid y Murcia. Ocho servicios, cuatro por sentido, que van a suponer un nuevo hito en la historia de la alta velocidad española pues con la puesta en servicio de la línea murciana, la red española, que ha cumplido este año su 30 aniversario, superará los 4.000 kilómetros de longitud, con inversiones acumuladas que superan los 57.200 millones de euros.

El nuevo trazado es una línea de 16 kilómetros que une las estaciones de Beniel y Murcia con vía única en ancho estándar, si bien cuenta con tramos de vía mixta o de “tres hilos” -permiten la circulación de trenes de alta velocidad y convencionales- a la altura el nudo de Reguerón y la entrada en Murcia. El tramo completa la línea Monforte del Cid-Murcia, después de que Adif pusiera en servicio el trazado entre Monforte y Beniel en febrero de 2021. En total, el trayecto cuenta con 65 kilómetros y ha supuesto una inversión de 1.492 millones de euros.

El sistema de alta velocidad español ha crecido este ejercicio de forma importante. A finales de junio se inauguró el túnel de ancho estándar entre las estaciones madrileñas de Chamartín-Clara Campoamor y Atochaque permite conectar las dos áreas de la red para poder viajar desde el norte hasta el sur y el este sin necesidad de trasbordos, dando continuidad así a toda la malla. Una infraestructura que ha permitido, además, que la operadora de bajo coste francesa Ouigo lanzara sus servicios hacia Levante el pasado mes de octubre. El 19 de julio comenzó también a operar el que se ha denominado tren rápido en Extremadura con la inauguración del tramo Plasencia-Cáceres-Badajoz, que formará parte de la línea de alta velocidad que unirá en el futuro la capital y Extremadura. Y el 22 de ese mismo mes entró también en operación el AVE entre Madrid y Burgos tras la apertura del ramal entre esta ciudad y Venta de Baños.

Objetivo: 5.000 kilómetros

Pero los 4.000 kilómetros son sólo otro punto intermedio en los planes de Adif, el gestor de las infraestructuras ferroviarias españolas. Los planes de la compañía, ejecutora de la política de alta velocidad del gobierno de turno, apuntan a que la red crezca en los próximos años hasta alcanzar los 5.000 kilómetros de extensión, consolidándose así como la más grande de Europa y la segunda del mundo, solo por detrás de China, cuyas mastodónticas dimensiones hacen que su sistema de alta velocidad sea, con mucho, el más extenso. Entre 2021 y 2025, Adif prevé inversiones de más de 12.000 millones de euros en corredores y estaciones. Esta apuesta se verá reforzada por el Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España, dentro del mecanismo de financiación Next Generation de la UE. A cierre de 2021, Adif contaba con una cartera de obras en ejecución por valor de 11.500 millones de euros.

Entre los proyectos que están próximos a su apertura destaca por lo simbólico la variante de Pajares. La infraestructura que llevará el AVE a Asturias, cuyo presupuesto final excederá los 3.800 millones, la variante, de 49 kilómetros de longitud entre La Robla (León) y Pola de Lena (Asturias), está repleta de túneles y viaductos. El más importante, el túnel de Pajares, está compuesto por dos tubos,uno para cada sentido de la circulación, con una longitud 24,6 km de longitud, lo que le convierte en el más largo de España y uno de los más grandes de Europa.

La compañía también trabaja en una de las líneas más esperadas no sólo por los usuarios sino también por las operadoras ferroviarias: la conocida como “Y” vasca. La conexión entre las tres capitales del País Vasco recorre un trazado de 164 kilómetros estructurado en dos tramos: el Vitoria-Bilbao, cuya construcción está encomendada a Adif; y el ramal guipuzcoano, que desarrollará el Gobierno vasco. En el primero de los trazados, Adif ya ha concluido las obras de plataforma en once de sus tramos y en los otros ocho avanza en su ejecución. Hasta la fecha, se han invertido más de 3.900 millones de euros en la construcción de esta infraestructura y se han tramitado los estudios informativos de las nuevas soluciones para los accesos a ambas capitales vascas. La redacción del proyecto básico del tramo de Vitoria-Gasteiz ya se ha licitado.

conexión de la red ferroviaria de alta velocidad Chamartín-aeropuerto de Barajas
conexión de la red ferroviaria de alta velocidad Chamartín-aeropuerto de BarajasTeresa Gallardo

El administrador también trabaja en la conexión de alta velocidad entre Madrid y Extremadura y en una especialmente esperada por el sector turístico español, la que llevará los tres más rápidos hasta el aeropuerto de Barajas. En una primera fase, se harán los trabajos para que «algunos servicios» de AVE puedan prolongarse desde Chamartín a Barajas por la actual línea de Cercanías de Renfe aprovechando la vía de ancho mixta existente. Para la segunda fase, Transportes está planificando una conexión específica de alta velocidad de ancho estándar. Este proyecto, más complejo y que partiría de cero, no estaría listo al menos hasta el año 2030, según las estimaciones ministeriales.