Ayudas
El tapón del “maná” europeo
La normativa está mal hecha, con mucha discrecionalidad y los funcionarios no quieren verse en los juzgados pasado el tiempo
El Gobierno en general y Pedro Sánchez en particular confían en la llegada de verdad del “maná” europeo durante este año, que, casualmente, estará marcado por dos procesos electorales, el de las municipales y las autonómicas en parte de las comunidades y el de las generales a finales del año, si es que no se retrasa a principios del siguiente. Además, anda por medio la Presidencia española del Consejo de Ministros de la UE en el segundo semestre.
La verdad es que está en sus manos que ese dinero llegue y que se note en la economía real, porque el verdadero tapón está aquí, en la Administración central española, que no logra desatascar todo el proceso para que las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, y los autónomos puedan beneficiase de esos fondos.
Lo conté aquí hace bastantes meses y el problema ha ido a más: los altos funcionarios huyen de responsabilizarse de la gestión de los PERTES y estampar su firma en las adjudicaciones de dinero y, en cuanto pueden, cambian de puesto, huyendo como alma que lleva el diablo de la quema. ¿Por qué? Pues, por una razón fundamental: la normativa está mal hecha, es ambigua, con mucha discrecionalidad y no quieren verse en los juzgados pasado el tiempo por algún potencial beneficiario que se vea perjudicado. Y ahí es donde se encuentra el tapón.
Solo hace falta hablar con alguno de los altos funcionarios de carrera (no los nombrados a dedo) de los distintos Ministerios para que identifiquen el problema de forma clara.
Y eso nos lleva a otra derivada: la atención de la Administración, especialmente de la central, a los administrados. Lograr una cita presencial, por ejemplo, en el Ministerio encargado de la Seguridad Social, vamos el de Escrivá (menudo bluf), es tarea casi imposible.
Otro tanto sucede con la gestión de los asuntos relacionados con el paro. Y todo apunta a que la situación puede agravarse en los próximos meses-años, porque son muchos los funcionarios que se van a jubilar y, de momento, no parece que haya repuestos. Ahí están dos de los problemas importantes de cara a este año electoral, que son, a la vez, dos caras de la misma moneda: el tapón en la gestión de las ayudas europeas y el lamentable estado de muchos departamentos de la Administración Central española.
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