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Las pymes pierden dinero: su coste sube más que las ventas

Los costes globales de las pymes crecieron un 23,3% hasta el tercer trimestre de 2022, mientras que las ventas apenas aumentaron un 14,3% «solo gracias a la inflación»

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PymesTeresa Gallardo

Las pymes españolas están en una situación límite. Los costes encadenan seis trimestres consecutivos elevándose por encima de las ventas y los beneficios, con una preocupante reducción de los márgenes empresariales y de la liquidez, y ahondando aún más su pérdida de competitividad, mostrando que las empresas españolas continúan sin recuperar las cifras prepandemia. De hecho, la facturación es aún un 2,9% inferior que en el mismo periodo de 2019 y los costes totales se han disparado un 23,3% interanual, mientras que las ventas solo se incrementaron un 14,3%, un 9% de diferencia, acentuando el efecto de la inflación sobre las empresas.

Solo en lo que va de año, los costes de las pymes acumularon un incremento del 37,2% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras las ventas solo crecieron un 23,3%. Así lo determina el último Indicador sobre la Situación de la Pyme, elaborado por la patronal Cepyme con los últimos datos disponibles del tercer trimestre del pasado año.

El incremento tanto de los costes empresariales y laborales se han visto impulsados en buena medida por el alza del precio de la energía, cuyo coste se ha incrementado un 99,8% durante la crisis de Ucrania, mientras que el de los bienes intermedios lo hizo un 20,2%. Cepyme también carga contra el Ejecutivo por fomentar en plena crisis unos «costes laborales disparados», un 5,7% de media general y un 6,6% en el caso de las pymes, algo que la patronal atribuye en su mayor parte a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y «fuerte incremento de las bases de cotización».

Por contra, el ritmo de crecimiento nominal de las ventas en el tercer trimestre fue menor al registrado en la primera mitad del año, que llegó a alcanzar el 18,2%, quedándose en septiembre en un 14,3%, aunque la patronal indica que es un alza «sobredimensionada» por efecto de la inflación, ya que el volumen real de ventas se contrajo un 1,2 % interanual, frenando la tendencia alcista que se venía acumulando desde mediados de 2021. Las ventas de las empresas pequeñas en el tercer trimestre fueron un 3,8% inferiores a las registradas antes de la pandemia, mientras que las de las empresas medianas se contrajeron un 0,8%.

Por ello, la patronal de la pequeña y mediana empresa lamenta «la pérdida de los márgenes y el empeoramiento de la liquidez y su competitividad, por lo que reclama al Ejecutivo «no incrementar más los costes de las empresas» y pide «prudencia» en las medidas «para salvaguardar el tejido empresarial».

Y para muestra un botón. Esa subida del 6,6% de los costes de las pequeñas empresas se vieron impulsados por el uso de servicios contratados (+2,8% interanual); los estudios de mercado (+6,2%); los envíos por mensajería (+11,2%); y el transporte (+32,4%), que fueron los que registraron un mayor incremento. Por su parte, el precio de la energía presentó un aumento cercano al 100% interanual en el tercer trimestre de 2022, mientras los bienes intermedios costaron un 20,2% más que en las mismas fechas del año anterior.

En el lado contrario, la rentabilidad neta sobre el activo (ROA) se situó en el 3% en las pequeñas empresas, aún por debajo de los niveles que se registraban antes de la pandemia (3,5% en 2019). Los costes totales –teniendo en cuenta todos los porcentajes– aumentaron más para las pequeñas compañías (25,8%) que para las de mediano tamaño (20,3%). En cuanto a la rentabilidad para las medianas empresas, ésta fue tres décimas superior a la de 2019, alcanzando el 4,5%.

La inflación y el incremento de los tipos de interés, que para las nuevas operaciones de crédito para pymes se situó en el 1,99% en el tercer trimestre de 2022, son otros elementos distorsionadores que han dificultado a estas empresas la cobertura de sus necesidades de financiación.