Energía

Comprar petróleo ruso a través de la India

Moscú vende su crudo a 40 dólares el barril a países como la India, que luego lo refina y lo revende como diésel a Europa y EE UU por más de 100 dólares

Este lunes entraron en vigor nuevas sanciones de la Unión Europea contra Rusia. Más en particular, la UE prohíbe las importaciones de diésel ruso (y de otros productos derivados del petróleo y refinados en Rusia) y, a su vez, impide que las compañías europeas transporten, financien o aseguren la compraventa internacional de diésel ruso que se haya cerrado a un precio por encima de los 100 dólares el barril. Por ejemplo, si China le compra a Rusia diésel a 120 dólares, ninguna empresa europea estará autorizada a transportar, financiar o asegurar esa transacción. Lo que busca la Unión Europea (y también Estados Unidos) con esta operación es estrangular financieramente a Rusia pero sin perder acceso (indirecto) a su petróleo y a los derivados de su petróleo.

A la postre, démonos cuenta de que la Unión Europea no ha prohibido a sus empresas que faciliten transacciones de petróleo ruso, sino que ha limitado el precio al que pueden hacerlo. ¿Para qué? Para que Rusia siga vendiendo su petróleo al resto del mundo, pero a un precio bastante por debajo del que marcan los mercados globales, y acto seguido que el resto del mundo nos revenda a nosotros ese petróleo. Por ejemplo, el crudo ruso se está vendiendo ahora mismo en los mercados internacionales a 40 dólares el barril (muy por debajo del crudo de origen no ruso); a esos precios, a la India le interesa aumentar sus importaciones de crudo ruso para refinarlo internamente y revenderlo como diésel (a precios superiores a 100 dólares el barril) a Europa o Estados Unidos. Y es que el crudo ruso refinado en la India… ¡está exento de las restricciones europeas!

Por consiguiente, Rusia sigue ofertando petróleo a los mercados globales pero a precios rebajados y ese crudo sigue llegando, refinado fuera de Rusia, a Europa o Estados Unidos evitando con ello que los precios de los derivados del petróleo se disparen. ¿Servirá esta estrategia para poner contra las cuerdas las finanzas públicas de Rusia? Aunque éstas se resentirán, el bajo endeudamiento estatal de Rusia hace improbable que se quede sin capacidad de financiar unos desequilibrios presupuestarios que, de momento, siguen siendo bastante modestos.