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El 90% de las empresas españolas no trabaja con plazos de pago de 30 días

Casi el 30% de las empresas no conoce la propuesta de la Unión Europea para establecer un plazo máximo único de pago

Una persona cuenta billetes de 50 euros
Una persona cuenta billetes de 50 eurosDreamstime

Solo una de cada diez empresas españolas trabaja con plazos de pago de 30 días, según el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España.

A partir de este estudio, que elaboran Crédito y Caución e Iberinform, del total de empresas que tendrían que adaptarse a esta medida, solo el 60% cree que cobrar a 30 días a sus clientes podría mejorar su liquidez, mientras que una de cada diez piensa que tendría problemas para pagar a sus proveedores en ese plazo. Asimismo, según la encuesta, el 29% de las compañías todavía no conoce la propuesta de la Comisión Europea para el cambio de la actual normativa contra la morosidad en las operaciones comerciales.

El proceso del cambio

En septiembre de 2023, la Comisión Europea propuso reemplazar la directiva de lucha contra la morosidad, vigente desde 2011, por un reglamento directamente aplicable y que establezca disposiciones únicas para toda la Unión Europea. Lo que pretende conseguir esta propuesta es establecer un plazo general de 30 días para las operaciones comerciales B2B o entre empresas y Administraciones Públicas.

Después de la lectura del texto, el Parlamento Europeo ha introducido algunos cambios: aunque fija los 30 días como plazo de pago máximo, incluye la posibilidad de negociar su extensión hasta los 60. Del mismo modo, propone permitir plazos de hasta 120 días para el sector minorista. Está previsto que el procedimiento legislativo continúe después de la formación del nuevo Parlamento Europeo.

Este cambio se produce por las estimaciones de la Comisión Europea sobre el pago de las facturas comerciales entre empresas en Europa, ya que se observa que una de cada dos de estas facturas se paga con retraso o ni siquiera se paga. De igual forma, una de cada cuatro quiebras empresariales se atribuyen a los problemas de liquidez que generan los retrasos en el pago de las facturas de los clientes.