Trabajo

Un albañil habla sobre el futuro de su profesión: "Cobramos 1.300 euros y los jóvenes no quieren trabajar aquí pero me apasiona"

Esta dura profesión ha experimentado una bajada en los sueldos medios pero, al mismo tiempo, ahora cuenta con unas condiciones muchos más favorables para el estilo de vida del trabajador

Dos albañiles trabajan en la restauración de la fachada. EFE/Ana Escobar
Dos albañiles trabajan en la restauración de la fachada. EFE/Ana EscobarAna EscobarAgencia EFE

El oficio de albañil, históricamente asociado a la construcción del país y al ascenso social de miles de familias trabajadoras, se enfrenta hoy a una situación de creciente precariedad. La combinación de sueldos estancados, jornadas extenuantes y escasa protección laboral dibuja un panorama poco alentador para quienes ejercen esta profesión. La actual crisis económica, sumada al encarecimiento del coste de vida, ha empeorado notablemente la calidad de vida de estos trabajadores, que ven cómo su esfuerzo físico no se traduce en una mejora real de sus condiciones. Lejos de recuperar el protagonismo que tuvo en otras épocas, el sector parece atrapado en una espiral de abandono y falta de relevo generacional.

A principios del siglo XXI, el panorama era radicalmente distinto. La burbuja inmobiliaria alimentó una demanda masiva de mano de obra y elevó los salarios de los albañiles hasta niveles que permitían un estilo de vida cómodo e incluso aspiraciones de emprendimiento propio. Muchos trabajadores del sector, sin necesidad de estudios superiores, conseguían ingresos que superaban con creces la media nacional. Hoy, en cambio, la misma profesión enfrenta un progresivo deterioro económico y social. Lejos de ser un camino hacia la estabilidad, para muchos se ha convertido en una ocupación sacrificada y mal remunerada, sin el reconocimiento ni la seguridad que tuvo en décadas pasadas. Sin embargó, ¿cómo se afrontan estos cambios desde dentro del sector?

Con vistas a dar una respuesta documentada y detallada a esta cuestión, el influencer Adrián G. Martín, conocido por sus vídeos divulgativos sobre los distintos tipos de trabajo que abundan en nuestra sociedad, se propuso mostrar la realidad de uno de los oficios más importantes de nuestro país. Junto a una cuadrilla de trabajadores, y por medio de entrevistas a todos sus miembros, pudo conocer de primera mano el sueldo que reciben los distintos puestos, las condiciones laborales y las motivaciones de los albañiles para seguir con su profesión después de tantos años. Además, se establece una comparativa entre la situación actual y el estado del mercado antes de la explosión de la crisis inmobiliaria.

¿Cuánto cobra un albañil en 2025?

Pascual, dueño de la constructora, y Damián, encargado de la obra, deconstruyen la profesión mediante las preguntas de Martín. Respecto a las diferentes categorías, el encargado le explica al entrevistador los diferentes puestos que hay dentro de una obra para, posteriormente, revelar el sueldo de cada uno. Elpuesto más bajo es el de peón, que cuenta con un sueldo de entre 900 y 1.000 euros. Por otro lado, el peón especializado con más experiencia cobra alrededor de 1.100 euros. Respecto a los cargos más altos, el salario del oficial de segunda oscila entre los 1.200 y los 1.300 euros, mientras que el oficial de primera recibe una cuantía que va desde los 1.500 a los 1.600 euros. Finalmente un encargado cobra una cifra aproximada de 1.600 euros, aunque en algunos casos llega a los 1.800 euros, según informan.

Albino, es otro de los protagonistas del vídeo, un albañil boliviano que actualmente cuenta con seis años de experiencia en territorio español. "En Bolivia ganaba unos 400 euros, aquí entre 1.300 y 1.400 euros", indica el inmigrante al designar este oficio como uno de los "infravalorados" de la sociedad. Hay que destacar que, pese a que aquí se recibe una gran cuantía en comparación con su tierra natal, el coste de vida es muy elevado en consonancia, por lo que, la diferencia no termina siendo tan grande como parecía.

"Muchos jóvenes españoles no quieren trabajar en esto. Prefieren empleos donde ganen lo mismo y no se destrocen la espalda. Siempre viene gente de fuera, porque si no, no habría suficientes albañiles para sacar adelante las obras", recalca en relación a la importancia que tiene la inmigración para la subsistencia de este negocio. Asimismo, la visión con respecto a este trabajo ha cambiado, puesto que, antes uno empezaba de peón "casi gratis" y ahora los más jóvenes buscan sueldos mucho más altos. Por otra parte, agrega la satisfacción y el orgullo que su trabajo le genera.

La crisis de la vivienda: el impacto sobre el sector

En relación a la crisis que atraviesa actualmente el mercado inmobiliario, los expertos son conscientes de lo imposible que resulta en muchas ocasiones adquirir una casa con un sueldo normal, sobre todo si no son de segunda mano. "Solo el solar cuesta 200.000 euros, y una obra como esta en la que trabajo puede irse a entre 400.000 y 500.000 euros", sentencia en relación a la imposibilidad por parte de los jóvenes de competir con esos precios. Asimismo, en los materiales también han notado un coste considerable. "Antes una teja costaba 49 céntimos, ahora más de un euro. El hierro, el cemento, la madera… todo ha subido, y cuando sube, ya no baja", concluye.