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Los alcaldes de Madrid, Barcelona y Valencia escenifican su acercamiento por sus problemas similares y su apoyo al Corredor Mediterráneo

Almeida, Collboni y Catalá también mostraron su preocupación por la situación de la vivienda, las grandes infraestructuras, la cohesión social y la colaboración entre ciudades

Los alcaldes de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP); de Barcelona, Jaume Collboni (PSC); y de Valencia, María José Català, (PP), escenificaron este martes su cercanía tras años de enfriamiento de las relaciones políticas en la anterior legislatura. Además, los tres regidores se mostraron a favor de la ampliación de infraestructuras clave para las tres localidades más pobladas del país y la necesidad de desarrollar el Corredor Mediterráneo, que "mejoraría la competitividad económica de España, además de las conexiones" y porque es "un proyecto de país". Los tres alcaldes participaron en una mesa redonda titulada 'La Ciudad del Siglo XXI', moderada por el exministro de Justicia y ex regidor de Madrid, y a la que asistió el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, y presentó la periodista de Antena 3, Susana Griso, enmarcado en el acto inaugural de la primera sede en Madrid de la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales (Sbees), una entidad ligada a la patronal catalana Foment del Treball.

Almeida, desde su posición, ha asegurado que "la creación beneficiaría al conjunto de la sociedad española" y que "mejoraría la comunicación y el transporte de mercancías y personas". Catalá, por su parte, ha defendido que, tras la ampliación del puerto de Valencia, es "urgente" la creación de un Corredor Mediterráneo "estable" porque "si no el proyecto no tendrá sus frutos ni contará con un futuro seguro". "Es necesario que el Gobierno haga realidad el triángulo de oro Madrid-Valencia-Barcelona", ha reiterado. Collboni ha coincidido con ambos alcaldes y, además, ha aprovechado para reiterar la defensa del Ayuntamiento de Barcelona a la ampliación del Aeropuerto del Prat, que "es la forma de conectar la ciudad con otros continentes y de conseguir atraer el talento y la investigación".

En 2015, las tres principales ciudades españolas cambiaron de signo político con Ada Colau (Comuns), Joan Ribó (Compromís) y Manuela Carmena (Más Madrid) al frente de las alcaldías, pero en 2019 Martínez-Almeida arrebató el bastón de mando a Carmena, lo que distanció políticamente en la práctica a Valencia y Barcelona de la capital. Este martes, pese a que Collboni es del PSC y Català y Almeida pertenecen al PP, evidenciaron la importancia de "competir" y de "cooperar" entre las ciudades para "dar respuesta¿ a los principales problemas de los ciudadanos", enfatizó Collboni.

El presidente de la Sociedad Barcelonesa de Estadios Económicos y Sociales de Foment del Treball (SBEES), Josep Sánchez Llibre, que ha paticipado en el debate, ha asegurado que el objetivo de la Sbees desde su fundación ha sido "crear una confederación empresarial de ámbito nacional" para que "las grandes ciudades cooperen y colaboren entre ellas" en vez de "competir". En concreto, se ha referido a los sectores de turismo, cultura y "de tantos otros". Sánchez Llibre ha destacado que, con la celebración de esta mesa redonda, "se abre un punto de encuentro permanente entre Barcelona y otras ciudades de España". Ha asegurado que "se trata de poner en común cuestiones económicas" y de promover "debates constructivos entre las diferentes comunidades autónomas" que "hagan a todos más competitivos". Además, ha advertido de que "hay que estar atentos a cómo se van configurando los nuevos valores para no frenarlos y facilitar nuevos consensos sociales".

En otro punto, los alcaldes de Madrid, Barcelona y Valencia han coincidido en la necesidad de reforzar los servicios públicos y sociales para fomentar la integración de las familias inmigrantes y crear "distritos iguales" para "revertir la desigualdad" en algunas zonas de las ciudades. En concreto, Almeida ha asegurado que "hay que reforzar los servicios públicos y los servicios sociales para que sean accesibles para todas las familias que llegan". Además, ha hecho hincapié en la necesidad de igualar los estándares de vida en todos los distritos de Madrid para "revertir la desigualdad y la degradación de algunas zonas de la ciudad". Por último, ha destacado que "las personas que llegan tienen que saber que no solo la sociedad tiene que integrarlos, sino que ellos tienen que trabajar también por integrarse en la sociedad".

En este sentido, en su intervención, Jaume Collboni ha coincidido en "la necesidad de crear distritos iguales" para garantizar "que los servicios públicos e infraestructuras lleguen a todos los ciudadanos y ayuden en la integración de las familias que llegan". El alcalde del PSC ha asegurado que en Barcelona "ni hay problemas de integración" y ha destacado que "los inmigrantes forman parte de la realidad humana de las ciudades de España".

Por su parte, la alcaldesa de Valencia ha reforzado la idea de la necesidad de "colaboración y coordinación entre el Estado y los ayuntamientos" porque "los servicios sociales tienen que estar preparados para acoger y proteger a los inmigrantes". Además, ha destacado que "el reto del problema de la vivienda que afrontan las ciudades es otra de las causas de la dificultad que pueden tener las familias de integrarse en la sociedad". "Tenemos que conseguir que las ciudades sean más receptivas y cohesionadas, además de más cercanas con la infancia".

Durante el acto los tres ediles han coincidido en la necesidad de ampliar ciertas infraestructuras clave, como el aeropuerto de Barcelona, el puerto de Valencia, así como la finalización de la construcción del Corredor Mediterráneo. El regidor barcelonés defendió que está "a favor" de la ampliación del aeropuerto de El Prat y proclamó: "Digo sí al aeropuerto porque digo sí al futuro de Barcelona, porque somos una ciudad de escala humana". A su juicio, Barcelona debe estar conectada con Estados Unidos y Asia y argumentó que mejorar la conectividad promueve que pueda llegar talento e investigadores.

Por su parte, Català también reivindicó la necesidad de ampliar el puerto de Valencia y sostuvo que este "no era un debate estrictamente regionalista" de la Comunidad Valenciana, sino que suponía una "reflexión de toda España". Además, destacó que cuando ella llegó al cargo y se pudo desbloquear con gobiernos de distinto signo las actuaciones necesarias, percibió "tranquilidad" en el empresariado valenciano.

De su lado, Almeida apoyó tanto la ampliación del aeropuerto de Barcelona como el puerto de Valencia, así como la finalización de la construcción del Corredor Mediterráneo.

En su opinión, mejorar la "conectividad del arco mediterráneo beneficia a Madrid aunque no pase directamente por la capital". Y resaltó que cuando se "hacen bien las cosas se beneficia la totalidad de la nación".

Por otro lado, los tres alcaldes reconocieron el problema que existe en el acceso a la vivienda en las grandes ciudades por la falta de oferta y el precio de la misma y defendieron seguir trabajando para garantizar la "cohesión social". De hecho, el propio Almeida advirtió del riesgo de que el crecimiento económico pueda generar una ciudad "a dos velocidades".

Otra de las cuestiones tratadas ha sido la migración, de la que han destacado la necesidad de reforzar los servicios públicos y sociales para fomentar la integración de las familias inmigrantes. "Las personas que llegan tienen que saber que no solo la sociedad tiene que integrarlos, sino que ellos tienen que trabajar también por integrarse en la sociedad", ha señalado, por su parte, Almeida.

Finalmente, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, puso en valor el "respeto" y el "diálogo" entre ciudades, bautizando como "espíritu de Miraflores" el debate de este martes, en alusión al nombre del palacio madrileño en el que se celebró el encuentro. Hereu desgranó algunos de los retos comunes como la descarbonización de la economía, el empleo y la ampliación de los derechos sociales. También aseguró que "la convivencia es un principio para el desarrollo social y económico. Bien lo hemos vivido en Cataluña qué pasa cuando la convivencia pierde calidad: que el desarrollo económico y social se ve lastrado", reflexionó el también exalcalde de Barcelona.