Transporte ferroviario
La alta velocidad es una ruina (al menos aún): la guerra de precios lleva a Renfe, Iryo y Ouigo a sumar pérdidas conjuntas de 187 millones de euros
La operadora participada por Trenitalia, Globalvía y los accionistas de Air Nostrum registró el año pasado unos números rojos de 79 millones de euros
La liberalización de la alta velocidad ha traído a España un importante incremento de la oferta de plazas para este servicio y un despegue de usuarios. Pero la guerra de precios desatada entre operadores para subir viajeros a los trenes no ha reportado por el momento beneficios a las compañías: todas pierden dinero. En conjunto, las tres operadoras, Renfe, Iryo y Ouigo, acumularon unas pérdidas de 187 millones de euros en 2023.
La última en comunicar sus resultados ha sido la compañía participada al 45% por el operador público italiano Trenitalia, al 31% por AirNostrum y al 24% por Globalvia. Según las cuentas que ha depositado en el Registro Mercantil, el pasado ejercicio registró unas pérdidas de 79 millones de euros, frente a los 25 de 2022, si bien en este ejercicio apenas operó las últimas semanas del año.
La compañía, que ingresó 212 millones de euros y transportó a seis millones de pasajeros con una ocupación media del 65%, asegura que, pese a sus "números rojos", las pérdidas cosechadas el año pasado están en línea con las expectativas, toda vez que está ahora en un proceso de puesta en marcha de sus operaciones, teniendo que afrontar al principio una gran inversión que a lo largo de los años amortizará.
Ouigo
Ouigo, filial de bajo coste del operador público francés SNCF, perdió también 43 millones de euros el pasado ejercicio tras reconocer que el mercado es "muy exigente a nivel comercial". "La llegada a finales de 2022 de un tercer operador (Iryo) ha supuesto la existencia de una mayor oferta de plazas en el mercado, generando una guerra de precios para atraer a los clientes, una situación competitiva muy exigente a nivel comercial", asegura Ouigo en sus cuentas.
A pesar de estas pérdidas, y como en el caso de Iryo, Ouigo defiende que sus pérdidas son lógicas en un periodo de "ramp up" o lanzamiento como el que dicen que están atravesando en estos momentos. De hecho, la firma ha asegurado que sus previsiones apuntan a que este año alcanzará el equilibrio en sus cuentas.
Desde el Gobierno no creen, sin embargo, que haya sido la dinámica del mercado la que haya desatado una guerra de precios sino que apuntan precisamente a Ouigo como culpable de la misma. Y lo hacen esgrimiendo, según ha declarado en varias ocasiones el ministro de Transportes, Óscar Puente, que la compañía francesa está practicando "dumping" -vender por debajo de precio- para quedarse con el mercado con el respaldo financiero de su matriz. Una práctica que, según aseguran, ha arrastrado a Renfe a pérdidas. La operadora pública registró el año pasado unos números rojos de 65 millones de euros en 2023. Sus ingresos bajaron 61,3 millones de euros en los servicios de larga distancia y alta velocidad por la presión ejercida por Iryo y Ouigo.
Renfe prepara un informe contra Ouigo para mandar a Bruselas por lo que entiende que son prácticas contrarias a la liberalización
Esta situación ha llevado a que Renfe, siguiendo órdenes de Puente, esté preparando un informe contra Ouigo que se presentará ante la Comisión Europea por prácticas que entiende que son contrarias a la liberalización, con el fin de que Bruselas se pronuncie.
Desde Ouigo defienden, como han puesto de manifiesto en sus cuentas, que su plan de negocio todavía se encuentra en fase de lanzamiento, lo que motiva sus pérdidas, pero que, en todo caso, es sostenible. Defienden que no reciben apoyo desde Francia y que tienen un modelo basado en la producción sin sobrecoste, de economía de escala y que se apoya en grandes volúmenes de viajeros para ser rentable. Además, ya han advertido que los precios bajos son parte de su política estructural.
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