Vivienda
Los altos precios y el alquiler vacacional desplazan a los inquilinos a la periferia de las grandes ciudades
La ley de vivienda cumple un año sin que haya logrado sus objetivos. Sólo la mitad de los municipios más demandados para alquilar ofrecen rentas por debajo de los 900 euros, según un estudio del portal Idealista
Los altos precios y la presión ejercida por el alquiler vacacional está cambiando el mapa del inquilino en las grandes ciudades, al verse obligados a "emigrar" a la periferia y a localidades satélite para encontrar una vivienda asequible a su capacidad económica, aunque también empiezan a tener problemas para encontrar oferta. Localidades aledañas a las grandes ciudades acumulan la mayor demanda de vivienda en alquiler tras la "huida" del centro de las ciudades, en las que el precio de las rentas sigue batiendo récords en medio de una escasez de oferta y un incremento de la demanda.
Un estudio realizado por el portal inmobiliario Idealista -con datos del primer trimestre de 2024- revela que sólo la mitad de los municipios más demandados para alquilar ofrecen rentas por debajo de los 900 euros (53%) tras analizar más de un centenar de municipios que disponen de suficiente vivienda en el mercado -más de 1.400 anuncios publicados entre venta y arrendamiento-. Entre las 20 primeras localidades, al frente de las que están Getafe, Vitoria y Hospitalet, hay siete capitales de provincia, las grandes ciudades y las capitales insulares, siete municipios del área metropolitana de Barcelona, otros tres del cinturón de Madrid y algunas localidades a las afueras de Valencia, Santa Cruz de Tenerife y Palma de Mallorca.
Tras Getafe y Hospitalet -las dos que concentran un mayor número de población en alquiler- se sitúan Tarrasa, Manresa, Badalona, Mataró, Sabadell o Vilanova y la Geltrú, en Barcelona; y Móstoles y Alcalá de Henares, en Madrid; y junto a los dos grandes mercados residenciales de ambas ciudades también están Zaragoza, Palma, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. Torrent, en el entorno de Valencia; Arona, en la isla de Tenerife y Manacor, en Mallorca, completan este Top 20 de localidades más demandadas para alquilar vivienda. Por detrás aparecen varias capitales de provincia, como Málaga (26), Valencia (27) o Sevilla (41), junto a localidades que se caracterizan por ser importantes núcleos de turismo, como Salou (Tarragona); Fuengirola o Torremolinos, en Málaga; Gandía (Valencia) o Torrevieja (Alicante).
Respecto a los precios, cuatro de las 10 poblaciones más demandadas presentan rentas medias totales por debajo de los 900 euros/mes: Alcalá de Henares (894 euros/mes), Terrassa (850 euros), Manresa (696 euros) y Torrent (891 euros). Las cuatro localidades con más presión de la demanda superan esa cifra: Getafe (911 euros/mes), Vitoria (916 euros), L'Hospitalet de Llobregat (1.042 euros) y Móstoles (939 euros), al igual que Badalona (1.228 euros) y Mataró (924 euros). Hasta el Top 20, dos capitales registran rentas medias totales por debajo de esos 900 euros de mensualidad: Santa Cruz de Tenerife (887 euros/mes) y Zaragoza (724 euros), mientras que capitales como Palma (1.681 euros), Barcelona (1.669 euros), Madrid (1.565 euros) o Las Palmas de Gran Canaria (972 euros) lo superan, junto a Sabadell (980 euros) o Mataró (924 euros).
Los municipios con mayor demanda de alquiler y los precios más asequibles son Ciudad Real (513 euros/mes), Palencia (534 euros) y Ourense y la localidad almeriense de Vera (empatadas 592 euros). Otras 14 poblaciones entre las más demandadas todavía encuentran precios entre los 600 y los 700 euros de media de alquiler mensual, como Manresa (696 euros), Castellón (686 euros), Burgos (650 euros) o Algeciras (602 euros). Son las localidades netamente costeras y con viviendas de alto nivel en el mercado de alquiler las que cuentan con las rentas más altas y entre ellas destaca sobre todas Benahavís (Málaga) (3.442 euros/mes), por delante de Marbella (2.987 euros), Calvià (Mallorca) (2.818 euros) o Sotogrande (Cádiz) (2.621 euros).
La Ley por el Derecho a la Vivienda cumplió el domingo un año en vigor sin lograr controlar los precios y con muchas críticas por parte del sector inmobiliario y la oposición y con solo una comunidad autónoma, Cataluña, que ha declarado zonas de mercado tensionado para poder introducir límites al precio del alquiler. La que fue la última gran norma aprobada de la anterior legislatura ha tenido que enfrentar en su primer año de aplicación el necesario desarrollo reglamentario que requería para poder implementar el control de precios y la resistencia por parte de las comunidades autónomas del PP a aplicar dichos límites, que se han mostrado reacias a su aplicación al no verla como una solución, sino como un problema añadido.
Según denuncian, los controles de precios han provocado, según denuncian portales inmobiliarios y desde el sector, caídas en la oferta de alquiler. Según datos de Idealista, en el primer trimestre de 2024, este retroceso se situó en un 11% respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que el alquiler de temporada, que escapa a la regulación, habría aumentado un 56%. Vivienda tiene pendiente proponer una regulación para este tipo de alquileres por mandato de la Ley de Vivienda.
El propio Banco de España ha alertado de los efectos negativos que puede conllevar el control de los precios del alquiler de forma sostenida y sin medidas estructurales que aumenten la oferta. La entidad calcula que hacen falta en España 600.000 viviendas nuevas hasta 2025.
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