UGT
UGT cierra la «era Méndez»
El sindicato socialista apuesta por la renovación en busca de los afiliados y el prestigio perdidos. El apoyo de Álvarez al «derecho a decidir» en Cataluña abre una brecha con la vieja guardia
El sindicato socialista apuesta por la renovación en busca de los afiliados y el prestigio perdidos. El apoyo de Álvarez al «derecho a decidir» en Cataluña abre una brecha con la vieja guardia
El segundo sindicato de clase de España puso ayer fin a 22 años de gestión de Cándido Méndez con la elección de un sucesor que, de acuerdo a los programas presentados por los dos contendientes (José María Álvarez y el «oficialista» Miguel Ángel Cilleros), romperá con la herencia recibida.
La presentación de los equipos de los dos únicos candidatos que finalmente concurrieron ayer a la sucesión de Candido Méndez dejaba a las claras el favoritismo de una de ellas. Pepe Álvarez, líder de la federación catalana, lo hacía en un acto multitudinario tras haber pasado de llamarse Josep a José y de ahí a Pepe, por aquello de quitar hierro a su fervoroso apoyo pasado a la causa nacionalista catalana más rancia. En su lista, siete hombres y seis mujeres, con cinco nombres ligados a su federación y el apoyo nítido de La Rioja y la Comunidad Valenciana, ya que sus dos secretarios generales –Cristina Antoñanzas y Gonzalo Pino– fueron designados respectivamente para ocupar la vicesecretaría y el cargo de responsable de acción sindical, dos asientos de relevancia.
La fuerte presencia de cargos ligados a la federación catalana incluye al vicesecretario general de la organización en Cataluña, Diego Martínez; a la responsable de Formación, Adela Carrió, como secretarios confederales; a la secretaria general de la federación de enseñanza de UGT en esa comunidad, Amparo Burgueño, y a Salvador Duarte, responsable de la organización de autónomos de UGT en Cataluña, como tesorero del sindicato.
De la otra parte, Miguel Ángel Cilleros, presentó a su equipo (con seis mujeres y cuatro hombres) en un acto más íntimo en el que negó que su candidatura fuera continuista pese a mantener dos cargos de la última ejecutiva de Méndez: los responsables de Acción Sindical y de Salud Laboral, Toni Ferrer y Marisa Rufino.
El tercer contendiente, el secretario general de UGT-Canarias, Gustavo Santana, ni siquiera llegó a la línea de salida. Poco antes de que Álvarez y Cilleros hicieran públicas sus candidaturas, Santana anunciaba su retirada al no contar con el 25% de los avales necesarios, sino con sólo el 10%.
Pepe Álvarez se veía tan ganador que trató de atraer a Cilleros y a su equipo a una lista unitaria. A media tarde, la Federación de Servicios Públicos (FSP-UGT) aseguró en un comunicado que Álvarez ofreció «hasta el último minuto» una candidatura única sin llegar a un consenso con Cilleros. El «asunto catalán» ha sido clave en que no se alcanzara un acuerdo. La defensa de Álvarez de las tesis nacionalistas en favor del llamado «derecho a decidir», por el que los independentistas pretenden realizar un referéndum vinculante sin la participación del resto de España sobre una región española, ha agitado un congreso cuando hasta la fecha esta cuestión nunca había sido objeto de debate entre el segundo sindicato de clase de España.
En una entrevista concedida a este diario, Cilleros se mostró en contra de cualquier planetamiento fuera de los parámetros de la Constitución. «El derecho a decidir es de todos los españoles», afirmó, una tesis compartida por Cándido Méndez y buena parte de las federaciones. Álvarez, asturiano de nacimiento, se ha comprometido a que esta cuestión no distraiga a UGT de su único objetivo, la acción sindical, y ha tratado de alejarse de la etiqueta «secesionista» que sus pasadas declaraciones le ha granjeado.
De hecho, considera que su posición personal no variará la que ha mantenido hasta la fecha el sindicato a nivel nacional: en favor del diálogo entre los diferentes gobiernos catalanes y el Gobierno de España dentro del marco constitucional.
Al margen de este espinoso asunto, el nuevo secretario general dirigirá un sindicato más comprimido –anoréxico, según las federaciones absorbidas en el proceso– sobre el que podrá ejercer mayores dosis de control para evitar los escándalos que han salpicado los últimos años de mandato de Méndez y disponer de mayores recursos para la acción sindical en pequeñas y medianas empresas. El proceso de concentración ha sido uno de los más agresivos de los realizados por los sindicatos en Europa ya que UGT pasará de seis federaciones a tres (Servicios Públicos, Industria y Servicios).
Los retos
- Aumentar Afiliados
Recuperar la confianza de los trabajadores y aumentar el número de afiliados al sindicato, que en los últimos años han bajado del millón.
- La corrupción
Acabar con cualquier atisbo de corrupción, tras los escandalos de las «tarjetas black» de Caja Madrid y los ERE de Andalucía.
- Nueva estructura
Cerrar el proceso de reestructuración del sindicato, que ha consistido en reducir la organización de seis a tres federaciones.
- Modernización
Reindustrializar España para construir un país «más fuerte» y modernizar los servicios públicos como «palanca de cambio y desarrollo».
- Crear empleo
Crear empleo de calidad para poder frenar la precariedad laboral que sufre la «clase trabajadora» y regular la desigualdad social del país.
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