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La armamentística Rheinmetall alcanza ventas récord por la guerra de Ucrania

Crece como nunca pese al estancamiento del PIB de Alemania. Sus ventas aumentaron un 33% y la cartera de pedidos se disparó un 62% en el primer semestre, hasta 48.600 millones

Un hombre en bicicleta pasa por delante de la sede del mayor fabricante de armas de Alemania, Rheinmetall AG, en Düsseldorf, Alemania
Un hombre en bicicleta pasa por delante de la sede del mayor fabricante de armas de Alemania, Rheinmetall AG, en Düsseldorf, AlemaniaMartin MeissnerAgencia AP

La empresa armamentística germana Rheinmetall afirma estar creciendo como nunca gracias a la demanda de sus productos por la guerra en Ucrania, desmarcándose del rendimiento de una economía alemana que no termina de arrancar este año tras un 2023 en el que el PIB germano se contrajo un 0,1%. La economía alemana sigue lastrada por un alto coste de la energía, en general, y, en particular por la desfavorable evolución de las inversiones en equipamiento y en construcción, según apuntó recientemente la Oficina Federal de Estadística (Destatis) al dar cuenta de que el PIB teutón se redujo un 0,1 % en el segundo trimestre, cuando los expertos contaban con un crecimiento de al menos un 0,1%.

Este contexto, sin embargo, no supone un problema para Rheinmetall, que este jueves informó de que se está beneficiando de un "boom en su negocio". Sus ventas netas alcanzaron en el primer semestre de este año los 3.815 millones de euros, un 33 % más que en el mismo periodo del año anterior. Además, la cartera de pedidos de Rheinmetall aumentó significativamente en la primera mitad de este año, hasta un 62% interanual, pasando de 30.000 millones a 48.600 millones de euros, según la compañía. "Nunca hemos crecido de manera tan fuerte", dijo Armin Papperger, presidente de la empresa con sede en Düsseldorf (oeste), que en 2023 se integró en el DAX 40, índice bursátil que componen las cuarenta empresas alemanas que cotizan en la Bolsa de Valores de Fráncfort.

Récord gracias a Ucrania

Según explicó a EFE Rafael Loss, experto en cuestiones de Seguridad y Defensa del centro de pensamiento Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), "en buena medida la buena marcha de Rheinmetall se debe a la guerra en Ucrania". "Pero si se echa la vista atrás, ya en 2014, tras la primera incursión de Rusia en Ucrania con la ilegal anexión rusa de Crimea, los estados de la OTAN dieron la vuelta a su cada vez menor inversión en Defensa. Y de esto ya sacó ventaja Rheinmetall", según Loss.

La invasión de Ucrania no ha hecho más que acelerar la dinámica hacia un mayor gasto en seguridad y defensa de países como Alemania, que a partir de este año cumplirá con el 2 % de su PIB en gasto militar tal y como manda un compromiso de la OTAN que para muchos ha estado olvidado. "Rheinmetall, por ejemplo, ahora está implicada en la fabricación del (avión de combate) F-35, de las firmas estadounidenses Lockheed Martin y Northrop Grumman, y suministra vehículos y munición a Ucrania en cantidades bastantes significantes", ilustró Loss.

Claves en su crecimiento también son acuerdos como el alcanzado con el Ejército de Alemania valorado en 8.500 millones de euros para producir munición de artillería de 155 milímetros, empleada de forma masiva en Ucrania. Ese pedido, en el que también están implicados los Países Bajos, Estonia y Dinamarca, también está destinado a enviar a Ucrania ese tipo de munición.

Amplia cartera de productos

"Rheinmetall aumentó más que otros actores europeo del mercado su capacidad para fabricar munición, en concreto con la adquisición de la empresa española Expal Systems hace un año, también ha abierto instalaciones nuevas en Rumanía", agregó, al aludir a una reciente adquisición de la empresa alemana en España valorada en unos 1.200 millones de euros.

A Ucrania, Rheinmetall no sólo le procura munición para defenderse de la invasión rusa, pues la compañía germana también ha puesto en manos de Kiev diferentes modelos de blindados. Además, debido a la guerra en Ucrania Rheinmetall llegó a desarrollar incluso munición nueva para los Gepard en Alemania, dado que Suiza, donde producía los cartuchos para esos sistemas, evitaba enviar material militar como ese a Ucrania en virtud del deseo helvético de mantener su tradicional neutralidad ante conflictos bélicos.