Macroeconomía

El Banco de España congela el impacto del rearme en el PIB que anunció Sánchez

El presidente dijo que la inversión de 10.471 millones elevaría el crecimiento hasta siete décimas, pero el director de Economía lo ha dejado en una

Pedro Sánchez en Bruselas, donde se ha discutido sobre Ucrania y gasto militar
Pedro Sánchez en BruselasOmar HavanaAgencia AP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció de cara a sus socios europeos y para contrarrestar las presiones desde la cúpula de la OTAN que España asumirá un gasto adicional en defensa de 10.471 millones este mismo año, lo que elevaría del 1,4% al 2% del PIB lo invertido en el Ejército. Unas cifras que aseguraba impulsaría el crecimiento de la economía entre cuatro y siete décimas en el corto plazo, pero que el director de Economía del Banco de España (BdE), Ángel Gavilán, se encargó ayer de poner en duda en su última presentación del informe de proyecciones del primer trimestre, tras haber presentado su dimisión.

Gavilán deja este «efecto positivo» sobre el PIB en apenas una décima adicional en el escenario más plausible, frente al máximo de siete que prevé el Gobierno. En el escenario central de las actuales proyecciones sí asume un avance en el PIB entre 0,5 y 0,6 puntos porcentuales, que podría llegar hasta el 1% este año «si el estímulo se concentrara, en mayor medida de lo habitual en el pasado, en bienes de inversión de origen interno», aunque duda de ello y, además, advierte de que este gasto en defensa va a impactar en la deuda y el déficit, y podría financiarse con una subida de impuestos.

Asimismo, Gavilán ha estimado que, de las seis décimas de este mayor gasto, únicamente dos son atribuibles a gasto público adicional, ya que las cuatro restantes corresponden a partidas financieras o a cantidades que se han redirigido al área de defensa.

También recuerda que debido al limitado espacio fiscal y a los elevados niveles de deuda pública, el plan ReArmar Europa activado solo cubriría «parte de las nuevas necesidades de gasto en defensa», mientras se definen estrategias fiscales a largo plazo –tanto nacionales como conjuntas de la UE– para financiar un aumento permanente de dicho gasto. Sin embargo, el Banco de España afea al Gobierno que, más allá del volumen de fondos que finalmente se ejecute, el impacto de este plan sobre la actividad dependerá de la composición de dicho gasto, aspecto sobre el que «aún no se dispone de suficiente grado de detalle», por lo que señala su preocupación por la falta de información ofrecida por el Ejecutivo.

Así, de acuerdo con los supuestos fiscales y con la evolución macroeconómica prevista en este ejercicio, el informe apunta que el gasto neto computable aumentaría un 4,8% en 2025, 0,3 puntos más de lo anticipado en marzo, debido principalmente al incremento del gasto en defensa. Esta cifra se sitúa por encima del 4,1% contemplado por el Gobierno y del límite del 3,7% establecido en el plan fiscal. Por ello, los analistas del regulador alertan de la existencia de «una elevada incertidumbre» con respecto al cálculo de esta variable por la negativa del Gobierno español a solicitar a la Comisión Europea la activación de la cláusula de escape asociada al incremento del gasto en defensa, «que permitiría un mayor grado de flexibilidad en el cumplimiento de los objetivos del plan fiscal».