Macroeconomía

El batacazo alemán asusta a la eurozona, pero confía en esquivar una recesión larga y profunda

Pese a que la economía alemana se contrajo un 0,3% en 2023, el Eurogrupo prevé un crecimiento del 1% este año para el conjunto de los países de la moneda única

La eurozona cierra el primer semestre con superávit tras recortar las importaciones rusas y chinas
Monedas de euro sobre la bandera de la UEEuropa Press

Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro se han reunido este lunes en la capital comunitaria con un moderado optimismo frente a los nubarrones en el horizonte. Aunque nadie descarta que la zona euro pueda haber entrado en recesión técnica, de momento no parece probable que esto pueda derivar en una contracción económica larga y profunda.

El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, confía en que la zona euro crezca este año 2024 un 1% y que consiga resistir el impacto de la alta inflación y la guerra en Ucrania. “A pesar de que es una tasa de crecimiento más baja que la que nos gustaría, es crecimiento a pesar de todos los retos”, ha asegurado en declaraciones a los periodistas.

Este lunes se ha conocido que la economía alemana, la tradicional locomotora europea, se contrajo un 0,3% en el año 2023, frente al incremento del PIB del 1,8% de 2022. Esta caída supone una severa recaída tras el proceso de recuperación vivido tras la pandemia, cuando el PIB del país cayó un 3,8%. En 2021, Alemania vivió un repunte de su PIB del 3,2% y del 1,8% en 2022.

El alza de los precios, más los altos tipos de interés y la caída de la demanda tanto dentro del país como fuera han lastrado la economía alemana que ha debido sacudirse del yugo energético ruso a marchas forzadas, tras la invasión de Ucrania por parte de las tropas de Vladimir Putin. Los sectores más afectados han sido la industria química y la metalúrgica, mientras la construcción ha visto como sus inversiones han bajado un 2,1% debido a la escasez de mano de obra y las peores condiciones para acceder al crédito. En un país en el que el alza de los precios al consumo hace revivir los peores fantasmas históricos, la inflación se sitúo en el 2023 en el 5,9%, la segunda cifra más alta desde la reunificación en 1990.

El pasado mes de diciembre, el Banco Central Europeo (BCE) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento hasta el 0,6% en 2023 y el 0,8% en 2024 y el vicepresidente, Luis de Guindos, advirtió la semana pasada sobre la posibilidad de una “recesión técnica” en el segundo semestre del año pasado y las “débiles perspectivas a corto plazo”. A pesar de esto, la zona euro confía en que la inflación vaya remitiendo en los próximos meses, pese a que el Banco Central Europeo ha avisado de la posibilidad de repuntes en el corto plazo y no da pistas sobre cuándo podría producirse un recorte de los tipos de interés. Uno de los temores de la entidad financiera reside en que los desafíos geopolíticos -la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás que se está extendiendo al Mar Rojo- acaben lastrando la lucha contra la inflación.

Sobre el crecimiento económico español, el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha asegurado a su llegada a la reunión con sus homólogos europeos que España tiene una “posición privilegiada” ya que su “crecimiento diferencial” resulta compatible con combatir la desigualdad y la “responsabilidad fiscal”.