BBVA volverá a pagar el dividendo a sus accionistas en efectivo

El BBVA obtuvo entre enero y septiembre un beneficio neto de 3.077 millones de euros, un 85,8 % más que en el mismo periodo del año pasado, gracias a la venta de activos no estratégicos y a la menor dotación a provisiones, ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

BBVA anunció ayer una nueva política de retribución a los accionistas, que someterá a la correspondiente aprobación de la junta general. La entidad irá reduciendo paulatinamente el pago del dividendo en acciones hasta abonar la retribución a los accionistas únicamente en efectivo, según señaló ayer el consejero delegado de la entidad, Ángel Cano, durante la presentación de los resultados de los nueve primeros meses del año, en los que BBVA ha obtenido un beneficio atribuido de 3.077 millones de euros, un 85,8% más que en el mismo periodo del año anterior.

La política de remuneración a los accionistas estará ligada a la evolución de los beneficios del grupo. El banco destinará entre el 35% y el 40% de las ganancias anuales al pago de dividendos, en línea con los bancos europeos y por encima de los bancos estadounidenses. La nueva política se aplicará de forma progresiva. En 2014 se combinarán dos pagos en efectivo y otros dos en acciones.

La primera medida adoptada ha sido anunciar la cancelación del pago de la cantidad a cuenta del dividendo del ejercicio 2013 que, según el calendario habitual del banco, se abonaría en enero del próximo año, e incrementar hasta 17 céntimos por acción la remuneración a pagar en abril.

De dónde viene el beneficio

El 58% de los beneficios procede los países emergentes y el 42% de los desarrollados. México es el país que más contribuye al beneficio, con 1.292 millones. España ha aportado 477 millones, un 53,8% menos que en 2012. El crédito ha caído un 7%, pero los depósitos han crecido un 13,8%. Ángel Cano cree que el crédito puede empezar a recuperarse en la segunda mitad del año

El «core capital» ha cerrado el periodo en el 11,4%, que se traduce en un 8,4% con los criterios de Basilea III. BBVA espera cerrar el año en el 9,4%.

La morosidad está en el 4,6% (6,2% en España) sin tener en cuenta el sector inmobiliario, negocio que no piensa vender.