Banca

El BCE congela la subida de tipos y mantiene el precio del dinero en el 4,5%

El regulador enfría las expectativas sobre una bajada de tipos en el corto plazo. Lagarde lo considera “prematuro”

El Banco Central Europeo ha decidido este jueves mantener los tipos de interés en el 4,5%, a pesar de la debilidad económica de la zona euro. Esta es la tercera vez que la institución monetaria decide dejar el precio del dinero sin ningún cambio, después de un periodo de diez alzas consecutivas para luchar contra la inflación.

La entidad monetaria constata los buenos resultados de esta política agresiva, pero también considera que aún es demasiado pronto para cantar victoria. La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, ha asegurado que resulta “prematuro” anticipar posibles bajadas del precio del dinero. La semana pasada, durante el foro de Davos que se celebró en Suiza, la presidenta de la entidad monetaria esbozó por primera vez un calendario. “Es probable que el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos de interés en verano”, aseguró en una entrevista a Bloomberg. 

Made with Flourish

Todo un jarro de agua fría para los mercados financieros que esperaban este paso mucho antes, quizás en marzo o abril. Nadie mejor que Lagarde para conocer estas expectativas de los inversores, pero durante la rueda de prensa de este jueves tras la decisión del Consejo de Gobierno ha dejado claro que la entidad necesita tener mucha más información antes de dar este paso y que cualquier cambio de rumbo se decidirá “reunión a reunión”. En todo caso, parece difícil que esto se produzca antes del mes de marzo, cuando la entidad monetaria volverá a tener nuevas previsiones sobre la inflación y nuevos datos sobre las subidas de los salarios, un tema en el que ahora la entidad pone especialmente el foco, ante el temor de que acaben ocasionando los temibles efectos de segunda ronda.

En sus últimas previsiones conocidas en el mes de diciembre, la entidad monetaria confiaba en que la inflación general se situase en promedio en el 5,4% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 1,9% en 2026. En comparación con las proyecciones de septiembre, esto supone una revisión a la baja para 2023 y especialmente para 2024 y un acercamiento progresivo al objetivo del BCE del 2%. La entidad mantiene estos buenos vaticinios, pero también es cauta sobre la posibilidad de que los ataques de los hutíes en el Mar Rojo causen un nuevo cuello de botella en el comercio mundial, tal y como sucedió tras la pandemia, y que esto ocasione un repunte en la inflación.

Los inversores temen que un retraso en los recortes pueda poner en peligro el crecimiento europeo después de que el PIB de la tradicional locomotora alemana se contrajera en 2023 un 0,3% y el propio BCE haya reconocido que la zona euro puede haber entrado en “recesión técnica”, si bien por ahora se descarta que esta pueda ser severa o prolongada. Según Lagarde, los nuevos datos sobre crecimiento constatan la debilidad al comienzo del 2024, pero también un alza en los meses venideros.