El BCE mantiene los tipos de interés en el 4,5%

El Banco Central Europeo ha decidido este jueves mantener los tipos de interés en el 4,5%, a pesar de la debilidad económica de la zona euro. Ésta es la quinta vez que la institución monetaria decide dejar el precio del dinero sin ningún cambio, después de un periodo de diez alzas consecutivas para luchar contra la inflación, pero por primera vez, la entidad monetaria deja la puerta abierta a un recorte. “Si la evaluación actualizada del Consejo de Gobierno de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria reforzase en mayor medida su confianza en que la inflación está convergiendo hacia el objetivo de forma sostenida, sería apropiado reducir el actual nivel de restricción de la política monetaria”, asegura el comunicado difundido por la entidad, que también ha eliminado la expresión de que los actuales niveles de tipos de interés deben "ser mantenidos durante un tiempo lo suficientemente largo”. Unas palabras que se habían repetido comunicado tras comunicado durante los últimos meses.

En rueda de prensa, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, no ha querido comprometerse sobre los próximos movimientos, pero todo indica que la primera bajada de los tipos de interés llegará en junio. La propia Lagarde ha reconocido que una minoría de los miembros del Consejo de Gobierno creían que ya había llegado el momento de dar este paso, pero que la gran mayoría prefiere esperar hasta junio, cuando habrá más datos. La entidad monetaria no quiere dar pasos en falso y necesita recopilar más información como la evolución de los salarios, los márgenes empresariales y los acontecimientos geopolíticos. Lagarde no ha querido dar pistas sobre si la previsible reducción de los tipos de interés en junio marcará una nueva senda decreciente y recortes sucesivos o después habrá una nueva pausa.

Los últimos datos suponen una importante presión para la entidad monetaria. La inflación de la zona euro se situó en el mes de marzo en el 2,4% interanual, dos décimas por debajo de la subida del 2,6% de los precios en febrero, lo que acerca los números al objetivo del BCE del 2%.

Lagarde ha evitado pronunciarse sobre si los altos datos de inflación al otro lado del Atlántico y la posibilidad de que esto desbarate la estrategia del BCE. “Dependemos de los datos, no de la FED ,y lo que ocurra se incorporará a nuestras previsiones”, ha asegurado Lagarde.

En sus últimas previsiones económicas desveladas en el mes de marzo, el BCE rebaja su perspectiva de inflación media para la eurozona al 2,3% en 2024 y al 2% en 2025, en tanto que la mantiene en el 1,9% para 2026. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente la han moderado también, hasta el 3,1% -la menor desde marzo de 2022-, al 2,6% este año, el 2,1% en 2025 y una décima menos en 2026, hasta el 2%. En cuanto al crecimiento de la economía, el supervisor es menos optimista y apunta a un impulso del PIB del 0,6 este año, 1,5% el que viene y 1,6% en 2026.