Industria aeronáutica
Boeing no gana para sustos: otro de sus aviones se incendia durante el despegue en Miami
La aeronave ha tenido que regresar a tierra tras estallar en llamas uno de sus motores
Boeing no sale de un susto y se mete casi en otro en este arranque de año que tan complicado está resultando para el fabricante de aviones americano. Después del incidente de hace dos semanas de un 737 Max 9 de Alaska Airlines que perdió la plancha que cubría una salida de emergencia a 5.000 metros de altitud, ayer fue otra de sus aeronaves la que se ha visto obligada a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Miami tras declararse un incendio en uno de sus motores.
El accidente ocurrió en la noche del jueves, cuando un avión 747-8 de carga de la compañía Atlas con destino al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín en Puerto Rico, "aterrizó de manera segura después de experimentar un mal funcionamiento en el motor poco después de despegar del Aeropuerto Internacional de Miami", tal y como ha relatado la propia compañía.
“La tripulación siguió todos los procedimientos estándar y regresó sana y salva a Miami. En Atlas, la seguridad es siempre nuestra principal prioridad y realizaremos una inspección exhaustiva para determinar la causa”, según ha asegurado la compañía.
La Agencia Federal de Aviación (FAA) ya ha anunciado que va a abrir una investigación para esclarecer lo sucedido que se sumará a la que también ha puesto en marcha para investigar el incidente del 737 Max de Alaska Airlines.
Más pesquisas
Los problemas de Boeing con su avión estrella están siendo tan recurrentes que la Administración Federal de Aviación (FAA) ha tomado la decisión de meter mano en el propio proceso de producción de los aparatos de la compañía. El regulador anunció la semana pasada que aplicará «importantes acciones» para aumentar de inmediato la supervisión de la producción y fabricación de Boeing. Las medidas anunciadas incluyen una auditoría de la FAA de la línea de producción del aparato Boeing 737 Max 9 y sus proveedores para evaluar el cumplimiento por el fabricante de los requisitos de calidad. «Los resultados del análisis de auditoría de la FAA determinarán si son necesarias auditorías adicionales», añadió.
La FAA llevará a cabo un seguimiento especial de los sucesos del Boeing 737 Max 9, realizará una evaluación de los riesgos de seguridad a la autoridad encargada de la supervisión de la calidad y estudiará la opción de trasladar estas funciones a entidades independientes. «Es hora de reexaminar la delegación de autoridad y evaluar cualquier riesgo de seguridad asociado», dijo el administrador de la FAA, Mike Whitaker. La paralización del 737-9 y los múltiples problemas relacionados con la producción identificados en los últimos años, agregó, «requieren que analicemos todas las opciones para reducir el riesgo».
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