
Energía
Brufau (Repsol), tras el apagón, asegura que no habrá sistema energético seguro sólo con inversión en renovables
El presidente de Repsol defiende que es necesario destinar también fondos a redes y que la energía eólica o la fotovoltaica necesitan el respaldo de la nuclear, el gas o centrales de bombeo
El apagón que sufrió España el pasado 28 de abril sigue centrando buena parte de la actualidad del sector energético español. Aunque las causas del mismo todavía no han sido esclarecidas, las energías renovables están en el centro del debate y son señaladas por muchos como el origen del fallo.
Sin entrar en elucubraciones sobre las causas del apagón, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, sí que ha aprovechado su intervención en la junta de accionistas de la compañía para exponer lo que, a su juicio, constituye un error y que no es otro que apostar todo a las renovables por el riesgo que conlleva para la seguridad del suministro energético.
Brufau no ha negado que la generación renovable, la procedente del sol y del viento, es "enormemente importante, es necesaria para descarbonizar la sociedad". Sin embargo, también ha advertido de que la apuesta por la inversión en estas tecnologías tiene que venir acompañada de inversiones y el respaldo de otras.

El presidente de Repsol ha asegurado que es evidente que el coste del kilovatio generado por las renovables es "enormemente barato". Pero ha advertido de que hay que fijarse en el coste del kilovatio consumido y que es algo que ha quedado claro con el apagón. En su opinión, no se trata sólo de avanzar en la extensión de la plantas fotovoltaicas y eólicas, sino que hay que invertir en redes transfronterizas y en la red interna para unir mercados y generación. Y, al mismo tiempo, hay que pensar en que, al ser la renovable una energía intermitente, se necesita almacenamiento o centrales de bombeo para incentivar que el sistema sea seguro y estable; o generación de base, como generación nuclear o ciclos combinados, según ha apuntado. Todo esto, ha explicado, "va a acabar en la factura del kilovatio consumido, pero es absolutamente necesario para tener un sistema seguro".
Para Brufau, realmente hubo desequilibrios entre el incremento de generación y la inversión necesaria en el resto.
El trilema energético
En opinión de Brufau, la seguridad es uno de los tres vértices del trilema energético junto a la sostenibilidad y el coste de la energía. Y la normativa Unión Europea, ha lamentado, iba hasta ahora "exclusivamente dedicada a descarbonizar", dejando de lado los otros dos pilares, que se han visto comprometidos con situaciones como la del apagón, en el caso de la seguridad energética; o la invasión rusa de Ucrania, que puso en aprietos no sólo este vértice sino también el de los precios, según Brufau.
Por fortuna, ha asegurado el ejecutivo, la nueva Comisión Europea, parece más sensible a redefinir estas prioridades y a incluir otras que están interrelacionadas, como la de la productividad que tanto reclama Mario Draghi en su informe.
Como ejemplo de ello, Brufau ha mencionado el Clean Industrial Deal, un plan para ayudar a reducir en coste de energía a industrias electrointensivas como la automovilística y en el que ha lamentado no esté el refino. Para Brufau, apostar por un plan de acción para impulsar la descarbonización del sector del refino es "el camino más fácil" para descarbonizar la sociedad.
"El refino es crítico para descarbonizar la sociedad. El refino ha demostrado que es capaz de producir combustibles con baja intensidad de carbono, es capaz de invertir en eficiencia energética, es capaz de producir biocombustibles renovables, etc", ha aseverado.
Y es que Brufau estimó que el petróleo "continuará siendo una realidad". "Por tanto, también en España, que somos muy intensivos en generación renovable", ha dicho el presidente de Repsol, que ha reclamado una vez más "más tecnología y menos ideología" para abordar la política energética.
Tras la intervención de Brufau, el consejero delegado de la compañía multienergética, Josu Jon Imaz, ha explicado que Repsol abonará a sus accionistas un euro por cada título para 2026, con lo que iguala el dividendo extraordinario de 2014, y reducirá su capital en 350 millones de euros en acciones, para ser ejecutado antes de finales del próximo mes de julio. En 2027, Repsol superará "con altísima probabilidad" los 1,10 euros por acción, ha dicho Imaz. Este año, Repsol ha aprobado una retribución al accionista en efectivo de 0,975 euros brutos por acción (8,3% más), de los que 0,475 euros se abonaron ya en enero y el resto, 0,50 euros, se hará efectivo en julio.
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