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Bruselas se enfrenta al FMI por el rescate de Grecia

La Razón
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Bruselas reconoce que todo es mejorable y que se actuó con prisas y con la necesidad de responder ante una situación completamente sin precedentes, pero niega las críticas vertidas por parte del Fondo Monetario Internacional sobre el rescate a Grecia.

Bruselas reconoce que todo es mejorable y que se actuó con prisas y con la necesidad de responder ante una situación completamente sin precedentes, pero niega las críticas vertidas por parte del Fondo Monetario Internacional sobre el rescate a Grecia. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se negó ayer a entonar el mea culpa ante las preguntas de los periodistas y aseguró que este tipo de comportamiento puede denominarse como «problema de proyección histórica», al juzgar con los ojos del presente las acciones del pasado. Además, añadió con ironía que lo mejor de este informe era la ausencia de crítica para la entidad que él preside.

Para el Comisario de Competencia y vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, era necesario actuar con celeridad. «Ante situaciones tan difíciles, aparte de revisar lo que se haya podido hacer mal, y nadie es perfecto, sin duda, hay que considerar cuáles hubieran sido las alternativas y no había muchas, había que actuar», declaró ayer.

Por su parte, el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios del Ejecutivo comunitario, Simon O' Connor, fue más preciso a la hora de valorar el informe del FMI. Son dos las principales discrepancias de Bruselas respecto a este texto: la necesidad de una quita en manos privadas en el año 2010 y la puesta en marcha de las reformas en el país heleno. «Había un riesgo de contaminación sistémica si la reestructuración de la deuda privada se hubiera hecho en aquel momento y hubiéramos socavado gravemente el programa», argumentó el portavoz, que sin embargo también reconoció la dificultad de respondera ante una situación nueva.

Respecto a la puesta en marcha deficiente de medias económicas en el caso de Grecia, apostando más por los recortes que por las reformas, el juicio de la Comisión Europea no puede ser más contundente. «Es totalmente erróneo e infundado. La Comisión ha sido un importante motor detrás del fuerte foco del programa en las reformas estructurales», añadió O'Connor.

Además, el portavoz de la CE recordó que en la troika las decisiones se toman de manera unánime. Tras la filtración de este informe confidencial, los portavoces del FMI también intentaron rebajar el tono. «El informe valora cómo podrían haberse hecho las cosas de manera diferente. Pero en ese momento, con la misma información, habríamos hecho lo mismo», dijo Gerry Rice, portavoz del Fondo.