Finanzas

Caja3 arroja 1.039 millones en pérdidas tras sanear sus activos inmobiliarios

El grupo bancario Caja3, integrado por CAI, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz, registró unas pérdidas de 1.039 millones de euros en su balance de cuentas de 2012, tras sanear sus activos inmobiliarios y traspasarlos al denominado "banco malo".

Las cuentas de la entidad han sido aprobadas en un consejo de administración que se ha celebrado hoy en Zaragoza y en el que se ha valorado de forma positiva el futuro de la entidad una vez liberada de los activos inmobiliarios que condicionaban su crecimiento.

Así lo han asegurado a los medios de comunicación el presidente del grupo, Juan María Pemán, y el consejero delegado de la entidad, Luis Miguel Carrasco, quienes han expresado su confianza en las perspectivas positivas que se abren para la entidad de cara al futuro, a punto de concluirse su proceso de reestructuración.

El balance refleja que el grupo tuvo que acometer en 2012 saneamientos inmobiliarios mediante una transferencia de 1.302 millones de euros, correspondientes a créditos negociados durante el desarrollo inmobiliario de los años 2001 a 2009.

A estos 1.302 millones se suman otros 320 correspondientes a otras operaciones inmobiliarias no traspasadas a la Sareb (banco malo) al ser inferiores en coste a 100.000 euros.

En el balance final de pérdidas se incluyen unos gastos extraordinarios de 104 millones de euros, de los que 74 corresponden a los gastos derivados de la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) negociado con los sindicatos, que contempla 455 bajas incentivadas y 60 suspensiones temporales.

Los responsables de Caja3 han explicado que la necesidad de sanear sus activos inmobiliarios y de incluir los costes del ERE en el balance han impedido la presentación de unos beneficios antes de impuestos de 21 millones de euros.

Así, en relación a la evolución positiva de la actividad comercial de la entidad, Carrasco ha destacado que el pasado mes de febrero se registraron unos beneficios de 6 millones, cumpliéndose las perspectivas de unas ganancias de 60 millones a lo largo de 2013.

El consejero delegado de la entidad ha resaltado que, a pesar de que el negocio de la banca se desarrolla en un contexto nacional e internacional negativo, mantiene una "sólida"posición de liquidez cifrada en 300 millones de euros y una dependencia de los mercados mayoristas del 5,2 por ciento, de los menores del sector.

Ha destacado que a pesar de este contexto, el volumen de negocio de la entidad descendió un 5 por ciento, mientras que los recursos de los clientes disminuyeron un 4 por ciento a pesar de existir menos posibilidades de generar renta y ahorro.

El margen de intereses generado en el ejercicio aumentó un 4 por ciento, hasta los 349 millones de euros, y los ingresos por comisiones se incrementaron en un 10 por ciento debido a la mayor aportación de los productos de desintermediación (fondos de previsión e inversión).

Carrasco y Pemán han subrayado que la actividad comercial de la entidad se centrará en su tradicional estructura de inversión crediticia centrada en clientes particulares (64 por ciento) y autónomos y pymes (25 por ciento).

La caída de los resultados ha motivado, por otra parte, que en 2012 no se produzca un reparto de beneficios, por lo que CAI ha optado por reducir de 8 a 4 millones de euros su presupuesto para la Obra Social en 2013, concentrándose la actividad prevista en acciones sociales más que culturales.

Carrasco ha expresado, además, su confianza en la operación de integración negociada con Ibercaja, como un camino para la creación de una entidad bancaria fuerte en la comunidad aragonesa.

ERE

Un total de 255 trabajadores de Caja3, grupo conformado por Caja Inmaculada, Caja Círculo y Caja Badajoz, se han apuntado ya a las salidas voluntarias incentivadas en la semana que lleva abierto el primer plazo de adhesión, que se prolongará hasta el 5 de abril, ha informado la entidad.

Este plazo forma parte del acuerdo firmado por los sindicatos y la dirección de Caja3 sobre el expediente de regulación de empleo (ERE), que va a suponer la salida de 455 empleados y 60 suspensiones de contrato de dos años.