UE

Calviño es elegida presidenta del BEI

Se impone a la candidatura de la ex comisaria de Competencia, Margrethe Vestager

La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha sido elegida este viernes presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Calviño vuelve de esta forma a la esfera internacional y logra resarcirse de sus fracasos a la hora de conseguir la presidencia del Eurogrupo y la del Fondo Monetario Internacional. Antes de ser nombrada ministra por Pedro Sánchez, Calviño había sido directora general de Presupuesto en la Comisión Europea.

De esta manera, España logra un puesto más en la esfera económica europea al que se unen la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) que ahora ostenta Luis de Guindos y la presidencia de la Autoridad Bancaria Europea que recae en José Manuel Campa.

Sin embargo, Margarita Delgado no pudo hacerse con la presidencia del Consejo de Supervisión del BCE, lo que se interpretó como beneficioso para la candidatura de Calviño debido al equilibrio geográfico en el reparto de cargos europeo.

El Banco Europeo de Inversiones es la mayor institución financiera multilateral del mundo. Se financia con las garantías de los estados miembros y gracias a su triple A ( la máxima calificación crediticia) moviliza recursos en los mercados financieros en buenas condiciones para después poder proporcionar créditos blandos, con bajos tipos de interés, en proyectos de los estados miembros.

En los últimos años se ha convertido en una pieza clave dentro de los fondos post- pandemia Next Generation EU para la doble transición energética y digital. Uno de los grandes retos de Calviño será seguir perfilando qué tipo de infraestructuras seguirá financiando el BEI y si se puede incluir la energía nuclear o el gasto militar.

El camino de Calviño para conseguir esta presidencia ha sido más escarpado de lo esperado, debido a las dudas del eje franco- alemán que en un principio iban a desvelar sus cartas en los meses de septiembre y octubre. Esta indefinición hizo incluso que se barajara una nueva prórroga para el presidente actual del BEI, lo que hubiese abocado a que esta elección hubiera formado parte del reparto de altos cargos de la cúpula comunitaria tras las elecciones europeas del mes de junio.

Como modo de superar esta parálisis, el pasado jueves el ministro de finanzas belga, Vicent Van Peteghem, envió una carta al resto de sus colegas en apoyo de la candidatura de Calviño frente a su principal contrincante, la danesa Margrethe Vestager, antigua comisaria de Competencia.

Bélgica es el país que lidera las negociaciones para elegir al sucesor de Werner Hoyer que dejará su puesto en el mes de diciembre. Aunque entonces Calviño no había conseguido todos los apoyos necesarios, era la candidata con mayores posibilidades.

Para resultar vencedor, el aspirante necesita el 68% del capital del BEI, que se reparte según el peso económico de cada país, y el apoyo de 18 países. La realidad es que el veredicto del eje franco-alemán suele ser decisivo para convencer al resto de las capitales europeas.

Durante la cumbre de los socialistas europeos en Málaga, el canciller alemán Olaf Scholz anunció a Sánchez sus intenciones de respaldar a Calviño tras algunas indecisiones dentro de la coalición de gobierno, si bien las cartas de Francia no se han desvelado hasta el último momento durante la reunión de este viernes de los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete.