Carlos Cuerpo defiende las zonas tensionadas pero reconoce que "no existe una bala de plata" que resuelva el problema de la vivienda

La crisis de vivienda en España se ha convertido en un tema central en la agenda económica y social del país y también de la tercera edición de las jornadas Metafuturo organizadas por Atresmedia. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha señalado durante su intervención virtual en este evento que "no existe una bala de plata que resuelva este problema, este enorme reto para esta legislatura", pero ha apuntado al control de zonas tensionadas y a la creación de vivienda pública como principales vías de actuación. El titular de Economía también ha celebrado la mejora de previsiones económicas de uno de los principales analistas de España, el servicio estudios de Funcas.

Casi la mitad de las personas que viven de alquiler en el país se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social debido a las altas rentas que deben afrontar, según recientes datos del Banco de España, que calcula que España necesita 1,5 millones de viviendas de alquiler social para llegar a los niveles de las economías avanzadas. Este fenómeno se ve exacerbado por la limitada oferta de alquiler residencial, en parte influida por la Ley de Vivienda, que restringe la rentabilidad de los inmuebles, lo que les lleva a los propietarios a optar por alquileres turísticos, de temporada o por habitaciones, en lugar de contratos de larga duración.

El titular de Economía, que se encuentra en Canadá antes de participar en las asambleas anuales del FMI, ha destacado la importancia de incrementar la oferta de vivienda pública -hasta alcanzar el 10% de media de la UE- como una de las estrategias clave para moderar los precios del alquiler. En este sentido, el Gobierno ha comprometido 4.000 millones de euros, a través del plan de recuperación, para el desarrollo de viviendas públicas destinadas al alquiler asequible. Entre los avances ya realizados, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) tiene en cartera 57 proyectos con una inversión de más de 2.000 millones de euros, lo que permitirá la creación de 21.000 nuevas viviendas. Además, la acción de Campamento, con una inversión de 900 millones, busca añadir cerca de 11.000 viviendas adicionales al parque de alquiler asequible.

A estas iniciativas se suman las actuaciones en rehabilitación y la corrección de posibles fallos de mercado en zonas tensionadas, "ayudando a que existan los incentivos necesarios para que los propietarios pongan sus viviendas como alquiler de larga duración y también promoviendo la regulación que limite el uso fraudulento del alquiler turístico", ha señalado Cuerpo. También se han llevado a cabo actuaciones para aprovechar al máximo los activos que tiene la Sareb, incluyendo sus suelos, y para reducir el tiempo que conlleva la obtención de una licencia que permita iniciar las obras, recortándolo a la mitad, de 24 a 12 meses.

A pesar del impacto social de la crisis de la vivienda, el ministro de Economía mantiene una perspectiva positiva sobre la economía española. "La economía española está siendo el motor entre las grandes economías de la zona euro", ha asegurado Cuerpo. El ministro de Economía ha destacado que en 2023, el crecimiento económico del país fue seis veces superior al de la media de la zona euro y las previsiones para 2024 indican que será cuatro veces superior a la media. Esta dinámica ha llevado a instituciones como Funcas a revisar al alza sus previsiones, situándolas en un 3% para 2024, medio punto más respecto a su anterior estimación, y un 2,1% para 2025, frente al 1,8% anterior, ha enfatizado el titular de Economía.

Cuerpo ha destacado que este crecimiento es fruto del esfuerzo por modernizar la economía y de las reformas impulsadas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. No obstante, el plan fiscal enviado por el Gobierno a Bruselas a mediados de mes no muestra unas cuentas tan saneadas. La hoja de ruta del Ejecutivo eleva el tope al incremento anual del gasto neto primario al 3% de media entre 2025 y 2031, frente al 2,8% recomendado por Bruselas, lo que se traduciría en casi 50.000 millones más al año para un total de 350.000 hasta 2031. En cuanto al déficit, el Gobierno prevé que pase del 3% actual al 0,8% en 2031 mientras la deuda bajará del 102,5% en 2024 al 90,6% en 2031, lejos del objetivo del 60% exigido por la UE.

Esta ecuación se sostiene sobre las cifras del PIB potencial –el que espera el Gobierno que se va a conseguir–, que se elevará un promedio del 1,6% hasta 2031. Además, el Gobierno buscará ingresar 60.000 millones más en impuestos, elevando cuatro puntos la presión fiscal, para lograr un ajuste fiscal de 42.000 millones de euros en los próximos siete años. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró que incluso puede subirse la presión fiscal siete puntos más por la revisión del INE al crecimiento, hasta 80.000 millones de euros.

Un futuro económico marcado por la competitividad y la autonomía estratégica

La transición energética es otro de los pilares de la estrategia económica de España. Cuerpo ha señalado que España se ha convertido en un referente mundial en la atracción de inversión en energías renovables. Según datos del Financial Times, España ha sido la cuarta economía del mundo en número de nuevos proyectos de inversión extranjera directa en los últimos cinco años, y la primera a nivel mundial en el sector de las renovables. Esto demuestra que la descarbonización y la competitividad no solo son compatibles, sino que representan una oportunidad para fortalecer la economía. ha insistido.

La visión del Gobierno para los próximos años pasa también por aumentar la productividad, ayudando a las pymes a superar el impacto de los cambios regulatorios y reforzando su acceso a la financiación. Además, se busca avanzar hacia un mercado interior más cohesionado, eliminando barreras regulatorias entre comunidades autónomas y aprovechar la inteligencia artificial para reducir la carga administrativa.

"Todo ello para que esta mayor productividad pueda redundar, por ejemplo, también en empresas más grandes, que se puedan permitir mayores salarios, que se puedan permitir también la mayor atracción de capital humano y que, a su vez, puedan avanzar en ese proceso, en un proceso que tenemos abierto, por ejemplo, de reducción progresiva de la jornada laboral", ha señalado.

En un contexto de incertidumbre global, Cuerpo subrayó la importancia de diversificar los socios comerciales para ganar resiliencia. En este sentido, España sigue apostando por cerrar acuerdos estratégicos, como el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, con la expectativa de consolidar la mayor zona de libre comercio del mundo.