Día Internacional de la Mujer Rural

Carmen Quintanilla: «España es el segundo país con la tasa más alta de paro femenina rural»

El 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha que Afammer, la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural que Carmen Quintanilla constituyó en 1982, aprovecha para alzar la voz y reclamar la igualdad de oportunidades en el entorno rural. Afammer es una ONG con Estatus Consultivo especial en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas

Carmen Quintanilla Presidenta de Afammer
Carmen Quintanilla Presidenta de AfammerAfammer

¿Qué significado tiene esta fecha para Afammer?

Afammer estuvo presente en la IV Conferencia de la Mujer de Pekín en 1995, donde conseguimos que por primera vez la mujer rural contara con un día internacional para que su voz fuera escuchada por toda la sociedad. 28 años después de aquella fecha observamos cómo nuestros pueblos pierden habitantes y cómo las mujeres a nivel global tan solo son propietarias del 15% de la tierra. Se han logrado avances para alcanzar la igualdad real de oportunidades, pero siguen siendo insuficientes.

¿Qué medidas reclama Afammer en su manifiesto por el Día Internacional de la Mujer Rural para avanzar hacia esa igualdad?

Entre los principales puntos pedimos un pacto a nivel global que acabe con las desigualdades entre lo rural y lo urbano, y con las desigualdades y la falta de oportunidades para las mujeres que ocasionan que sean ellas las primeras en marcharse. En España dos de cada tres personas que se marchan del campo a la ciudad son mujeres. Seguir fomentando la creación de empleo y el emprendimiento de la mujer rural para favorecer su inserción laboral, su empleabilidad y su inclusión social. Solo así será posible revertir la despoblación y el sobreenvejecimiento en las zonas rurales. España es el segundo país europeo con la tasa más alta de desempleo femenino rural, con 2,7 puntos porcentuales frente a los 1,1 de tasa de paro que tienen las zonas rurales de Europa. Es decir, por cada mujer rural parada que quiere trabajar, hay 0,79 hombres en la misma situación.

¿Cómo impulsar el empleo de la mujer rural?

Fomentando la conciliación y la corresponsabilidad en los hogares rurales. Las mujeres rurales dedican 2 horas y 7 minutos al día más que los hombres a las tareas del hogar y cuidados no remunerados. La desigualdad en conciliación supone un coste de 38.500 millones de euros, lo que equivale al 3,1 % del PIB de 2019. El cuidado de los mayores, o por ejemplo el acompañamiento al médico, o al notario, o a cualquier otro servicio que necesiten, es una línea de empleo para las mujeres del mundo rural, como lo es también la ayuda a domicilio o la asistencia geriátrica. Desde Afammer damos formación a las mujeres para crear clínicas de calzado en los pueblos, para la producción de quesos, de cata de vinos (una manera de potenciar el turismo a través de las bodegas), entre otras medidas. Otra línea de empleo es la feminización del campo, es decir que el relevo generacional en vez de que sea masculino sea femenino. De hecho ya tenemos un 30% de explotaciones agrarias que están dirigidas por mujeres.

La presencia de las mujeres en los puestos de decisión en las empresas cooperativas sigue siendo inferior a la de los hombres. ¿Cómo se está impulsando el liderazgo femenino?

Efectivamente, las mujeres tan solo ocupan un 12% en los puestos de decisión de las empresas cooperativas, solo un 9% está presente en los consejos rectores y un 4% en la presidencia de las mismas. Se avanza, pero lentamente. Aunque estamos mejor que en Europa, el feminismo radical que se está imponiendo en estos momentos perjudica a las mujeres. Ahora toca construir el feminismo de la cooperación. Hagamos cómplices a los hombres en el avance de la igualdad.

¿Les están llegando los fondos Next Generation para formar a las mujeres del mundo rural en competencias digitales?

No nos están llegando de la misma manera que a las empresas de formación. El único programa lo ha firmado Afammer Madrid con la Comunidad de Madrid para formar a 4.000 mujeres en competencias digitales, el programa «Prepara». Por otro lado, tenemos un proyecto que es Conecta Rural, unas ayudas que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha reducido este año a la mitad y no entendemos por qué este recorte cuando Afammer siempre ha sido una organización pionera en formación a las mujeres rurales. Cuando nadie hablaba de turismo rural nosotros ya lo hacíamos, del 77% de las casas rurales que hay en España, un 55% las lideran las mujeres gracias a nosotros. ¿De qué sirve entonces que Europa conceda ayudas para dar formación a mujeres en pueblos de menos de 30.000 habitantes? Los cursos que estamos dando en competencias digitales es gracias a convenios privados que firmamos con algunas empresas y nuestros talleres están llenos.

¿Se está reduciendo la brecha salarial en el mundo rural?

Despacio. España tenía hace diez años un 18% de brecha salarial, hoy es del 14%. La media de sueldo en un pueblo puede ser de 1.400 euros para un hombre y de 1.000 euros para una mujer teniendo el mismo puesto de trabajo.