Consumo

La carne, el pescado y el aceite de oliva, un lujo para los españoles: más de la mitad reducen su compra por los altos precios

La OCU urge al Gobierno a aplicar el IVA al 0% sobre el pescado y la carne, además de un aumento de la ayuda de 200 euros para hogares vulnerables

Una pescadería luce su mejor escaparate con mariscos y pescados, productos tradicionales en la cesta de la compra navideña
Clientas de una pescadería en un mercado de SevillaLuis TejidoAgencia EFE

Según la encuesta que ha elaborado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los consumidores están reduciendo la compra de pescado, carne, aceite de oliva, frutas y verduras tras el gran incremento de los precios en la alimentación. Otros alimentos también han visto reducidas sus ventas, ya sea en mayor o menor medida, como es el caso de los lácteos.

Para intentar contrarrestar los efectos de la inflación sobre los alimentos básicos, desde la organización recomiendan buscar productos en oferta, de temporada y congelados, los cuales resultan más baratos y además mantienen la misma calidad que los productos frescos.

Y es que la inflación de los alimentos no consigue bajar del 10% desde marzo de 2022. En septiembre, los precios de los alimentos subieron un 10,5% respecto al mismo mes de 2022 y un 24,3% frente a hace dos años, encareciendo notablemente la cesta de la compra. En tasa interanual (septiembre de 2023 sobre el mismo mes de 2022), los alimentos que más han subido de precio son el aceite de oliva (+67%, la mayor subida en 21 años); el azúcar (+40,5%); las patatas (+20,5%); el arroz (+18,5%) y los productos de confitería (+18,2%). El aceite de oliva se ha encarecido un 10,1% en septiembre de este año respecto al mes de agosto y su precio se ha multiplicado por más de dos desde marzo de 2021, con un alza del 136,6%.

Otros muchos alimentos registran subidas interanuales en sus precios, tales como los zumos de frutas y vegetales (+16,5%); confituras y mermeladas (+15,5%), carne de porcino (+14,4%); cereales de desayuno (+14,1%); otras carnes (+13,5%); leche entera (+13%); legumbres y hortalizas frescas (+11,7%); huevos (11,5%); leche desnatada (+11,3%) y pescado y marisco seco y mantequilla, ambos con alzas del 11,1%.

Esta situación ha provocado que los consumidores reduzcan la compra de los alimentos que más se han encarecido. Por ello, la OCU ha advertido del peligro de sustituir parte de estos alimentos por productos procesados, de los cuales se puede decir que son más baratos, pero poco o nada saludables.

El pescado, la carne y el aceite de oliva destacan como los alimentos más penalizados por los consumidores a raíz de la inflación acumulada. Concretamente, la compra de pescado ha disminuido en mayor o menor medida para el 60% de los encuestados, seguido por la carne (54%) y el aceite de oliva (53%). Y no sólo eso. El 50% y 45% de los encuestados reconoce que ha tenido que disminuir más o menos la compra de fruta y verdura fresca, mientras que un 30% reconoce que ha limitado la adquisición de lácteos.

Igualmente, con el fin de reducir los costes a la hora de llenar la cesta de la compra, se produce una desviación del consumo hacia otros alimentos. Así lo reconocen el 21% de los encuestados. Ante esta opción, la OCU recomienda a los consumidores buscar variedades más económicas y productos de temporada. También anima a comprar alimentos congelados, teniendo en cuenta que las verduras congeladas son un 44% más baratas que las frescas, y buscar marcas blancas y productos que se encuentran en oferta debido a su pronta caducidad.

Por otro lado, desde la organización continúan insistiendo al Gobierno en funciones para que aumente de "manera urgente y sustancial" tanto la cuantía del cheque de 200 euros destinado a aquellas familias con ingresos inferiores a 27.000 euros, como el número de beneficiarios, incrementando a su vez los límites de ingresos.

Además, considera que la carne y el pescado deberían ser incluidos entre los alimentos donde se aplica el IVA del 0%, de modo que se facilite la adquisición de proteína de origen animal de calidad. Asimismo, con el objetivo de hallar soluciones que ayuden a disminuir los precios de los productos básicos, pide que se haga un "esfuerzo combinado" por parte de toda la cadena alimentaria.