Deuda autónomica
Cataluña debe 10.982 euros por habitante, más del doble que Madrid
La región que gobierna ERC es además la que más volumen de deuda acumula, 84.327 millones, la que más debe al Fondo de Liquidez Autonómico y la tercera con más agujero por porcentaje de PIB
La deuda de las comunidades autónomas cerró 2022 en más de 316.800 millones de euros, lo que representa un 23,9% de su PIB y un récord histórico. Los 84.327 millones de euros que debe Cataluña la colocan en lo más alto del podium de las más endeudas, con mucha ventaja sobre la Comunidad Valenciana, con 55.031 millones, y Andalucía, con 37.870 millones. Entre los tres concentran más de la mitad de la deuda autonómica, el 56% del total. Si el objetivo se coloca sobre el porcentaje en términos de PIB, es la Comunidad Valenciana la está a la cabeza, ya que su deuda equivale al 44,5% de su PIB regional, por delante de Castilla-La Mancha (33,7%), Cataluña (33,5%) y Murcia (32,3%), según el último informe "Endeudamiento de las comunidades autónomas" de BBVA Research publicado con datos de 2022. Con esta base, Cataluña acumularía ya más del doble de la deuda que presenta la Comunidad de Madrid, que tiene una de las que tiene el menor ratio, el 13,4%, junto a Navarra (14,3%), País Vasco (13,9% y Canarias (13,1%).
Cataluña se sitúa como la comunidad con mayor deuda por volumen total, la que mayor deuda per cápita acumuló al cierre del año pasado, la que más debe al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y la tercera con una mayor deuda respecto al PIB. Un combo completo que resulta especialmente clarificador respecto a lo que debe por habitante, 10.981 euros, más del doble que los habitantes de la Comunidad de Madrid (5.170 euros). Muy cerca se sitúa la Comunidad Valenciana (10.810 euros); luego Castilla-La Mancha (7.528,3); Murcia (7.450,6); Baleares (7.529,5); Aragón (6.890,3); Cantabria (5.745,5); Castilla y León (5.605,7); La Rioja (5.107,1); País Vasco (4.987,6); Extremadura (4.876,6); Navarra (4.796,2); Galicia (4.446,5); Andalucía (4.432,6); Asturias (4.199,4); Canarias (2.874).
En su análisis, el informe achaca a las crisis de los últimos quince años el fuerte incremento del endeudamiento autonómico, que ha ido condicionando su estructura por culpa del deterioro del saldo fiscal acumulado tras la crisis financiera, principal causante del incremento de esta deuda entre 2008 y 2022. BBVA deja claro que las comunidades con mayor agujero (Cataluña y la Comunidad Valenciana) triplican el nivel de deuda per cápita, una situación casi calcada en términos de PIB, aunque las diferencias son aún mayores y conlleva que regiones con un volumen de deuda más reducido se coloquen entre las de peor posicionamiento, como Murcia y Castilla-La Mancha, al tener un menor nivel de PIB. Por tanto, pese a que la carga financiera aumenta con el volumen de deuda y mayor carga financiera, la estructura de la misma lleva a estas comunidades a ser las que "persistentemente" menos ahorran, lo que continúa "perpetuando el problema". Todo lo contrario que Madrid, que mantiene niveles muy reducidos de gasto de capital.
Otra de las conclusiones a la que llegan los expertos de BBVA es que el FLA se ha convertido en el principal vehículo de financiación de los territorios más endeudados, a los que ha permitido sostener su cuentas cuando sufrieron el portazo de los mercados financieros con unas condiciones muy favorables, con lo que han podido rebajar en más un punto porcentual el coste promedio adicional que hubieran tenido que asumir, y que hubiera elevado su deuda otros dos puntos del PIB por encima del nivel registrado en 2022. Asimismo, se han aprovechado del largo periodo de tipos bajos para rebajar el coste de su deuda autonómica a través de los mecanismos de liquidez, que aceleraron la "caída del tipo implícito", lo que ha "protegido" a una buena parte de las comunidades “ante la subida del coste del acceso a la financiación en 2022 y 2023”.
Hasta la Gran Crisis Financiera, los instrumentos utilizados por las comunidades autónomas para financiarse, la emisión de valores fue ganando peso frente a los préstamos. En ese periodo, la emisión de valores representaba un 47% del total de la financiación, frente al 53% de los préstamos. Pero el cierre de los mercados en 2012 por la crisis financiera y la entrada en vigor de mecanismos de liquidez ha dejado todo el peso de la financiación al FLA. Las comunidades más dependientes de él son Cantabria (91,8% del peso de su deuda), Murcia (85,9%), Cataluña (84,6%) y la Comunitat Valenciana (83,5%). En la otra cara de la moneda, Madrid, País Vasco y Navarra no cuentan con financiación del fondo.
El estudio detalla que hasta 2007, la deuda autonómica permaneció en niveles moderados, con tasas de crecimiento interanual promedio del 7,3%, con apenas 61.960 millones de euros en el debe, un 5,8% del PIB. Sin embargo, la crisis financiera que se desató en 2008 disparó la deuda, que aumentó un ritmo del 20% anual, hasta alcanzar el 25% del PIB. Entre 2015 y 2020 la deuda se estabilizó en torno al 24% del PIB, pero volvió a subir con la llegada de la pandemia y ahora ha alcanzado máximos históricos.
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