Reestructuración bancaria

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Catalunya Banc y NCG Banco, dos de las cuatro entidades españolas nacionalizadas, cerrarán el ejercicio de 2012 con unas pérdidas de hasta 20.000 millones de euros, según los planes de reestructuración publicados hoy por la Comisión Europea.

La oficina del comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, hizo pública hoy la versión no confidencial de los planes de reestructuración de estas dos entidades, aprobados el pasado 28 de noviembre por Bruselas, pero aún no ha divulgado los informes de los otros dos bancos nacionalizados, Bankia y Banco de Valencia.

Según ese documento, Catalunya Banc registrará unas pérdidas antes de impuestos de entre 11.000 y 12.000 millones de euros en 2012 pero reducirá esas cifras rojas en 2013 hasta situarlas entre 100 y 200 millones de euros, monto que seguirá en este entorno en 2014 hasta volver a terreno positivo en 2015 con un beneficio bruto de entre 200 y 300 millones de euros.

En 2016 mantendrá el mismo beneficio, de acuerdo con las estimaciones de la CE.

En el caso de NCG Banco el plan de reestructuración y recapitalización de la Comisión Europea (CE) contempla unas pérdidas antes de impuestos de entre 7.000 y 8.000 millones de euros en el pasado ejercicio fiscal, para remontar en 2013 con unos beneficios de entre 10 y 20 millones.

La entidad mejorará gradualmente sus cuentas, con un beneficio bruto de entre 30 y 40 millones de euros en 2014, de entre 100 y 200 en 2015 y de entre 200 y 300 millones en 2016 y 2017, según prevé el Ejecutivo comunitario.

En cuanto a la reducción de su tamaño, Catalunya Banc reducirá sus activos de 77.049 millones de euros al cierre de 2011 hasta 50.000 y 60.000 millones en 2016, las oficinas pasarán de 1.163 a entre 700 y 800 en 2016 y el número de empleados pasará de 7.197 a entre 4.000 y 5.000, según la CE.

En el caso de NCG, los activos se reducirán de los 72.129 millones de euros al cierre de 2011 a entre 30.000 y 40.000 millones en 2017, las oficinas se reducirán de 1.222 a entre 400 y 500 y el número de trabajadores de 9.842 a entre 3.000 y 4.000, según reflejan las tablas del informe de reestructuración.

Las cuatro entidades nacionalizadas recibieron 36.968 millones de euros procedentes de la ayude europea (Bankia: 17.959 millones, CatalunyaCaixa: 9.084 millones, Novagalicia: 5.425 millones y Banco de Valencia: 4.500 millones)

A cambio de la ayuda tienen que cumplir duros planes de reestructuración, en el que debe haber un reparto satisfactorio de las cargas, es decir las pérdidas que sufrirán los tenedores de participaciones preferente y de deuda subordinada.

Los títulos serán recomprados por las dos entidades a su valor neto actual, que implica un fuerte descuento en el valor nominal y el dinero recibido por parte de los inversores deberá ser destinado la suscripción de acciones ordinarias u otros instrumentos equivalentes, salvo en el caso de deuda subordinada vencida que se puede convertir en instrumentos más sénior o acciones.

Como consecuencia, en el caso de NCG los derechos económicos de las acciones concederán al FROB entre el 60 y 80 % de los mismos y el resto los inversores.

En el de Catalunya Banco el FROB tendrá entre un 60 y 90 % y el resto los accionistas privados afectados por el canje.

La CE, que estableció la venta de ambas entidades, afirma en los planes de reestructuración que Catalunya Banco y NCG experimentarán una división de sus actividades en dos partes: la unidad principal y la de los activos heredados.

Funcionarán bajo la misma entidad legal pero serán gestionados diferentemente.

La unidad principal será la base para un banco sólido y viable, que en el caso de NCG se centrara en la banca minorista en Galicia, León y Asturias, en tanto que la otra reunirá los negocios, activos y responsabilidades que se cerrará, se venderá o se mantendrá hasta el vencimiento.

En paralelo, NCG tendrá vender Banco Gallego y EVO y sus participaciones accionariales por pases, de entre el 20 y 50 % al año.