Bolsa
Las bolsas chinas cierran por primera vez en su historia
El pánico a un hundimiento de los mercados en Shanghái (-6,85%) y Shenzhen (-8,16%) fuerza la medida y arrastra a los parqués de todo el mundo
El pánico a un hundimiento de los mercados en Shanghái (-6,85%) y Shenzhen (-8,16%) fuerza la medida y arrastra a los parqués de todo el mundo
Las bolsas chinas se vieron obligadas ayer a cerrar por primera vez en su historia una hora y media antes de la hora prevista después de que se registraran caídas del 7% en sus parqués, un hecho que tuvo repercusiones negativas en el resto de los mercados asiáticos y europeos. Tras un turbulento 2015 en el que los altibajos del mercado chino habían puesto en guardia a sus autoridades, la primera jornada del año volvió a generar dudas sobre las medidas implementadas por Pekín. El índice CSI 300, que agrupa los títulos de trescientas compañías que cotizan en Shanghái y Shenzhen, registró una caída del 7% y puso el semáforo en rojo para el resto del día, en virtud de la nueva normativa por la que se paraliza la compraventa de acciones al alcanzarse ese porcentaje.
Impulsadas por una venta masiva de títulos, los índices bursátiles acumularon pérdidas desde el inicio de la jornada. Poco más tarde de las 13:00 horas, y según el nuevo reglamento que entraba en vigor ayer, se suspendió la cotización en ambos mercados durante 15 minutos al alcanzar unas pérdidas del 5%. Tras la reanudación, la tendencia bajista continuó y en apenas siete minutos sumó un 2% de pérdidas adicionales, con lo que llegó a ese 7% que obligó a cerrar ambas plazas.
Fue tras este parón de un cuarto de hora cuando el referencial de Shanghái, que inició el día con una leve caída del 0,07% y se había mantenido en negativo durante toda la mañana, se hundió y terminó con unas pérdidas del 6,85%.
La pausa tampoco supuso ningún alivio para el indicador de referencia de Shenzhen, que se desmoronó hasta el 8,16% en el último minuto de cotización del día. El desplome de ayer ha supuesto la mayor caída desde que el pasado verano estallara la burbuja bursátil y se acelerara la puesta en marcha de medidas para frenar dicha sangría.
Las causas de la debacle parecen claras. Muchos analistas atribuyeron el derrumbe al inminente fin del periodo de bloqueo de seis meses que las autoridades del gigante asiático impusieron en el mes de julio a los grandes inversores que poseen más del 5% del capital de una empresa para impedir la venta de sus títulos. Según SouthWest Securities, está previsto que el próximo miércoles se liberalicen paquetes de acciones por un valor de 95.000 millones de yuanes (unos 13.400 millones de euros), un hecho que añade aún más incertidumbre a la evolución de los mercados en los próximos días.
Otros apuntaban a los datos económicos del sector manufacturero de China, que se han conocido en los últimos días y que han arrojado resultados más negativos de los esperados. El viernes el índice del Gobierno, que se centra en las empresas grandes, ya mostró una contracción, y ayer el índice Caixin –focalizado en compañías medianas y pequeñas– publicó los datos de diciembre, que también quedaron por debajo de lo previsto, con un 48,2.
La rebaja del yuan que ayer lunes realizó el Banco Central hasta dejarlo en mínimos de cuatro años y medio con respecto al dólar estadounidense fue otro desencadenante de la caída. Ésta, junto a la inestable situación que se vive en Oriente Medio y sus repercusiones en el precio del petróleo, contribuyó a que el resto de los mercados asiáticos también cerraran en negativo.
El índice Nikkei de Japón perdió un 3,06%, así como el de Hong Kong se dejó un 2,7%, dando claras muestras de la preocupación que genera una ralentización de la segunda economía mundial. Europa también cerró en rojo arrastrada por Asia. El peor cierre lo protagonizó Fráncfort (-4,28%), seguido de Milán (-3,20), París (-2,47%), Madrid (-2,42%) y Londres (-2,39%). Precisamente, el cierre de los parqués de ayer es una de las últimas medidas impuestas por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) para tratar de evitar jornadas de pánico como las que se vivieron en agosto de 2015 y que hicieron saltar las alarmas sobre la salud de la economía china.
Sin embargo, la nueva normativa fue puesta en tela de juicio por diversos analistas. Habrá que comprobar si las medidas de Pekín son capaces de poner coto a la volatilidad de unas Bolsas chinas que llegaron a revalorizarse un 150% antes del «crash».
Los cinco puntos clave
- Fin del veto a los grandes accionistas. El miércoles expira el bloqueo de seis meses para que propietarios con más del 5% del capital social de una empresa puedan vender sus títulos.
- Resultados negativos en el sector manufacturero chino. Los datos afectan a grandes, medianas y pequeñas empresas, y muestran una contracción por décimo mes consecutivo.
- Rebaja del Yuan. La divisa china está en mínimos de cuatro años y medio respecto al dólar.
- Inestabilidad en Oriente Medio. La incertidumbre que puede afectar a los precios del crudo.
- Normativa para las OPV. La agilización de los trámites para salir a Bolsa y el aumento del número de cotizadas podría hacer caer los precios.
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