
Energía
El cierre de la central de Almaraz hará otro roto al bolsillo de los españoles
Fedea alerta del aumento de las emisiones y pide una rebaja de la fiscalidad al sector

El cierre de los dos reactores de la central nuclear de Almaraz, previsto para noviembre de 2027 y octubre de 2028, causará otro destrozo en el bolsillo de los españoles y de las empresas por el encarecimiento del precio de la electricidad, según asegura un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) publicado hoy.
El autor del informe, Diego Rodríguez (UCM), deduce que "con certeza" el encarecimiento de la luz estará provocado porque calendario de cierre acordado a comienzos de 2019 entre las empresas titulares de las centrales y Enresa, integrado por el Gobierno en el escenario objetivo del PNIEC relativo al mix de capacidad eléctrica instalada en 2030, no se va a cumplir.
Fedea considera que en 2030 España estará muy lejos de la capacidad eólica prevista en el PNIEC, ya que esta tendría que aumentar de 32,6 gigavatios instalados en agosto de 2025 a 64 GW dentro de cinco años.
Y todavía más lejos de los 21 GW de almacenamiento (o 18,5 GW sin considerar a la termosolar) previstos en el PNIEC para 2030, frente a los 6 GW actuales procedentes en su totalidad del bombeo.
"Los impactos sobre las emisiones y los precios del cierre de las dos unidades de Almaraz van a ser sustanciales, ya que la energía no suministrada por ellas tendría que ser cubierta, en una proporción muy superior a la prevista en el PNIEC, por un funcionamiento más intenso de los ciclos combinados. En concreto, en horarios fuera del periodo de máxima generación fotovoltaica, la demanda sería satisfecha en mayor proporción por el uso del gas natural, tanto por un menor aporte al previsto procedente de la generación eólica como por un desplazamiento de energía desde las horas con mayor producción fotovoltaica que será menor al previsto en el PNIEC", indica el documento.
Además, el creciente peso de los costes por servicios de ajuste, agravado por el apagón del 28 de abril, el cierre de las dos unidades de Almaraz en 2027 y 2028, unida a la no disponibilidad de mayor almacenamiento, no contribuye a la contención de esos costes.
En referencia al apagón, Fedea remarca el papel de los generadores síncronos tradicionales, "máxime cuando no son emisores como en el caso de los grupos nucleares, resulta de enorme importancia para el mantenimiento de la seguridad de suministro".
El "think tank" recomienda eliminar el impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado y residuos radiactivo (Ianrr), ya que este surgió en 2012 para contribuir al aseguramiento de la sostenibilidad financiera del sistema de ingresos y pagos regulados, en un contexto de alto déficit y deuda, que ya no está vigente.
El impacto de su eliminación para los consumidores domésticos sería de alrededor del 1%, y de menor magnitud en la factura de los consumidores industriales. Asimismo, considera que sus impactos serían mucho menores que el aumento del coste de la energía asociado al cierre de los dos grupos nucleares.
En el trabajo también se analiza la tasa autonómica específica y se recomienda su reducción o eliminación si ello facilita la continuidad de los dos grupos y se reflexiona sobre el diseño del Impuesto especial sobre la electricidad que claramente perjudica a una región exportadora de energía como es Extremadura.
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