Frenazo económico
El círculo vicioso de la industria apunta a un 2024 más negro
España acumula tres meses con caída de la producción, con una bajada del 3,6% en agosto. El sector farmacéutico, puntal exportador, se hunde un 13%
La industria española se encuentra en una situación preocupante. Lo dicen los indicadores y lo certifican los expertos, que auguran un negro panorama para el cierre del año y demasiadas incertidumbres para 2024, donde podría agudizarse el declive.
La prueba es que el Índice General de Producción Industrial (IPI) bajó un 3,6% interanual en agosto, tasa 1,5 puntos inferior a la de julio y su mayor retroceso desde abril, cuando se desplomó un 4,2%, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con este dato, la producción industrial encadena tres meses de tasas interanuales negativas después de los retrocesos del 1,7% y del 2,1% registrados en junio y julio, respectivamente.
La producción de los bienes de consumo no duradero fue la que más bajó en el octavo mes del año, con un descenso interanual del 9,8%, seguida de la industria energética (-6,2%); los bienes intermedios (-4,6%); los bienes de equipo (-2,4%) y los bienes de consumo no duradero (-0,4%). Por ramas de actividad, las que más recortaron su producción en tasa interanual fueron la confección de prendas de vestir (-24,1%); la industria de la madera y el corcho (-17,4%) y la industria del cuero y del calzado (-15,7%).
En términos mensuales (agosto sobre julio), la producción industrial cayó un 0,8% frente al avance mensual del 0,1% experimentado en julio y el aumento del 0,5% registrado en agosto de 2022. Entre los mayores descensos figura el de la fabricación de productos farmacéuticos (-13,3%), una de las principales industrias exportadoras españolas.
Los datos del INE se suman a los reflejados en el índice PMI de actividad del sector manufacturero, elaborado por S&P Global, en el que España acumula cinco meses con la producción del sector manufacturero en declive por el descenso de los nuevos pedidos y de la previsión de ventas. La incertidumbre y los altos precios siguen atenazando a las ventas, lo que hace que el índice que mide la situación de la industria se sitúe más cerca de la contracción que del crecimiento. En concreto, está en los 47,7 puntos, por debajo de los 50 puntos en los que se ubica la media que divide el crecimiento de la caída. No se vislumbra la luz al final del túnel y mientras tanto los fondos europeos que pretenden relanzar la industrialización no terminan de llegar a la economía.
Situación dura
«La situación es dura porque tenemos unos precios de materias primas muy altos y una inflación elevadísima. Aunque en un principio una inflación alta estabiliza la cadena de suministro, porque destensa la oferta con la demanda, hay un punto límite que empieza a ser perjudicial. Además, los precios aún altos de la energía hacen que la inflación impacte aún más, que la gente compre menos y que cueste más producir. Estamos ante una situación grave», explica Pepe Baena, profesor de operaciones de EAE Business School.
¿Qué podemos esperar para el cierre del año? «La situación de España no dista mucho de la del resto de Europa y EE UU. A la guerra de Ucrania se une el frente chino, que está golpeando de forma soterrada y hace que grandes países productores, como Alemania, empiecen a desestabilizarse. La previsión es seguir cayendo todo 2023. Lo que hay que ver es cómo empezamos en 2024 y el panorama no es halagüeño», remarca Baena, para quien la abrupta caída de la fabricación de productos farmacéuticos es una voz de alarma porque la materia prima de estos productos es asequible».
Para Baena es necesario revertir la dependencia de China y forjar nuevas alianzas con India, Suráfrica o Suramérica. «Cometimos el error de irnos al mercado chino y le han dado la vuelta a la tortilla. Es un gigante que ha hecho un aprendizaje a largo plazo. Ahora posee grandes riquezas de minerales en África y compite ya con productos tecnológicos. Han desbancado el eje del comercio y de la industria y, si no hacemos nada, al final vamos a estar en sus manos», concluye.
Inversión en defensa
Sin embargo, y aunque también prevé un complicado cierre de año y arranque del que viene, hay oportunidades que la industria española puede potenciar, como el incremento de la inversión en Defensa. «Las ventas del sector son del 15% en España y el 85% restante está en ventas civiles, así que cada euro que se invierta va a catapultar el PIB de la industria», destaca Fabián Torres, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid, que recuerda que el sector de la Defensa invierte 2.000 millones en investigación y desarrollo, el 12% del total nacional en I+D+i, por delante de la automoción y del sector farmacéutico.
Además, queda la última ronda de Pertes que movilizan 93.500 millones de euros. «Pueden ser un acelerador, a pesar de que solo un 5,3% está destinado a la industria. Por eso hay que conseguir que estos planes de recuperación, que suponen el 12,5% del PIB de España, vayan a la industria, que permite crear empleo de calidad y subir los salarios», sentencia Torres, que recuerda que España necesitará 200.000 ingenieros los próximos diez años.
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