La cláusula antimorosos de la Abogacía agiliza el cobro de deudas impagadas en ocho días

Algunas deudas tardan años en cobrarse y los impagos ponen en aprietos a particulares, empresas, comunidades de propietarios. Las reclamaciones judiciales por los acreedores también suponen una presión extra para los juzgados, de por sí colapsados. Este problema se puede solucionar en parte con la cláusula antimorosidaddel Registro de Impagados Judiciales o cláusula RIJ, que se incluye en los escritos judiciales y permite agilizar el cobro con la seguridad de que al deudor se le informa con garantías de su posible inclusión en un fichero en caso de no cumplir con el pago.

Se trata de una iniciativa del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE)y de Informa que se puso en marcha en abril de 2023. Ambas entidades han creado un fichero asociado a dicha cláusula, en un intento de reducir los niveles de morosidad que afectaban, inicialmente, a abogados y a despachos, pero también a sus clientes y a otro tipo de empresas.

La idea es que se incorporela cláusula RIJ en contratos civiles y mercantiles, así como en las demandas y los escritos judiciales de reclamación de cantidad. De este modo, se agilizan las ejecuciones de impagados y se reducen los plazos de cobro en los procedimientos judiciales.

A través del escrito en el que figura la cláusula y en el marco del mismo procedimiento, se informa de manera fehaciente al deudor, por vía judicial,de la voluntad del acreedor de incluirlo en el fichero de morosos de la Abogacía Española si no hace frente al pagode la deuda.

Su implementación ha sido posible gracias al aval de jueces y letrados de la Administración de Justicia que están aceptando su utilización en juzgados de todo el territorio nacional para impulsar el cobro de deudas, con garantías jurídicas.

Por otra parte, el fichero de morosos asociado a la cláusula RIJ puede ser consultado por particulares, autónomos, pymes o empresas a través de sus abogados, siempre que tengan un interés legítimo en esta consulta. De este modo, cuentan con información del mercado de deuda privada.

“Esta agilidad en el cobro, ha sido posible a que esta deuda ya no se gestiona de forma silenciosa ni duerme en un cajón, sino que ahora hay un registro de morosos, en abierto, gratuito, accesible al sistema financiero y empresarial español, que afecta a la capacidad crediticia y a la reputación social y empresarial del deudor,”, explica el director general del RIJ, Enrique Rodríguez Zarza, queinsiste en que contribuye a poner fin a procedimientos judiciales costosos que se eternizan en el tiempo.

Desde que se puso en marcha esta cláusula, se han reducido los plazos de cobro. Por ejemplo, se inicia un expediente de manera automática en el fichero, se comprueba la documentación y se envía el requerimiento de pago al deudor. El último caso más ágil permitió recuperar la deuda en ocho días.