Gobierno

La coalición manirrota de Sánchez y Díaz, una formidable maquinaria de gasto

Los gobiernos de coalición gastan más al tener diferentes objetivos y procurar satisfacer a sus respectivas clientelas. Así, PSOE y Unidas Podemos tuvieron un gasto que superó el año pasado los 600.000 millones de euros

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social durante la sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía SocialAlberto R. RoldánLa Razón

Torsten Persson recibió ayer en Bilbao el premio Fronteras del Conocimiento, en la categoría de Economía y Finanzas, que otorga la Fundación BBVA. Cuando se anunció la concesión del galardón, compartido con Timothy Besley y Guido Tabellini, Persson, sueco y doctor en Economía por la Universidad de Estocolmo, explicó que «los gobiernos de coalición tienen más incentivos para gastar más». Los premios Fronteras del Conocimiento son, para algunos, la antesala de los Nobel. De hecho, 21 de los galardonados por la Fundación BBVA recibieron después los que conceden la Academia y el Banco de Suecia, el de Economía, el de más reciente creación. Persson, Besley y Tabellini han sido distinguidos por «iluminar las conexiones entre el mundo político y económico». Ayer, Persson, antes de recibir los honores y el cheque, volvió sobre las coaliciones, preguntado por Alsina en Onda Cero. No se pronunció sobre si son buenos o malos, pero constató que los gobiernos de coalición gastan más porque los distintos partidos que los integran tienen diferentes objetivos y procuran satisfacer a sus respectivas clientelas. Y claro, cuanto más diversa y amplia es la coalición, más «incentivos» para gastar más.

El Ejecutivo de Sánchez es, sin duda, un buen ejemplo. PSOE y Unidas Podemos –con todas sus facciones– como coalición, pero con el apoyo, permanente o esporádico, de ERC, Bildu, PNV y los ex-convergentes, además de otros partidos pequeños, han sido una formidable maquinaria de gasto, que el año pasado superó los 600.000 millones de euros. Eso ha elevado la deuda pública hasta los 1,526 billones –con «b» de barbaridad–, es decir, 371.019 millones más desde que se formó el primer Gobierno de coalición en España. Representa el 113% del PIB, frente al 98% y es el resultado del enquistamiento del déficit del sector público. Este año será del 3,8% del PIB según el Banco de España que, hoy sí, tiene contento al Gobierno porque ha mejorado sus previsiones de crecimiento de la economía hasta el 3,2%, gracias a la contención de los precios de la energía y a algo de revisión de datos del INE. Mientras, surge la duda de si el próximo Gobierno, si es de coalición, resistirá a los incentivos para gastar más, como detectó Persson.