Competencia complica la OPA del BBVA sobre el Sabadell al llevarla a fase 2

La OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell se complica. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) alargar el análisis de la fusión a fase 2 y no tomar una decisión temprana sobre el estudio de la operación, por lo que lo deriva a una segunda para realizar un análisis más extenso. En ese nuevo estadio, puede autorizar la operación con compromisos, con condiciones impuestas por el organismo o incluso prohibirla. Según ha justificado en un comunicado, la decisión se ha tomado en base a la importancia del sector económico afectado por la operación, el financiero –especialmente el de servicios bancarios y el de servicios de pagos–, al estar las dos entidades presentes en el mercado de producción y distribución de seguros, en el de fondos y planes de pensiones y en el mercado de gestión de activos. «A la vista de las circunstancias de la operación y su afectación potencial al mantenimiento de la competencia efectiva, la Sala de Competencia ha resuelto, en aplicación del artículo 57.2.c) de la Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia, profundizar en el análisis del expediente en la segunda fase del procedimiento».

Con esta decisión, se abre la puerta a que Gobierno y terceros interesados –como consumidores o asociaciones empresariales– puedan participar en las condiciones que se deben exigir a la operación, basadas en razones de interés general, y determinar si se oponen a la fusión o imponen más condiciones que garanticen la competencia en el mercado. Incluso se podría manejar la opción de elevarlo al Consejo de Ministros a través del Ministerio de Economía. En ese punto es cuando el Ejecutivo, que siempre se ha mostrado contrario a una posible fusión, podría imponer sus propias condiciones o bloquear directamente la operación.

El organismo que preside Cani Fernández descarta así los argumentos de BBVA, que sostenían que la OPA es similar a la fusión de CaixaBank y Bankia respecto a la competencia y, por ello, no era admisible que derivara a segunda fase. Así, se ha impuesto la tesis de Sabadell, que considera que es una operación mucho más compleja y que afecta directamente a la competencia.

Con la decisión de la CNMC se abre un nuevo escenario, que podría poner fin por la vía rápida a la fusión, ya que a finales de octubre el propio consejero delegado de BBVA, Onur Genç, admitió la posibilidad de dar marcha atrás en sus planes si las condiciones que acabara poniendo la CNMC fueran «inasumibles», entre ellas, que Competencia decidiera alargar su análisis, como así ha sido. Fuentes de la entidad confirmaron que continuarán colaborando «estrechamente con la CNMC para culminar cuanto antes el acuerdo de compromisos y la aprobación del expediente».

Por su parte, fuentes del Sabadell mostraron «su respeto por el trabajo del supervisor» y aseveraron que «la decisión de la CNMC confirma la complejidad de la OPA hostil lanzada por BBVA, que hace necesario un estudio más profundo de las consecuencias que tendría esta operación en la competencia del sistema financiero español».

Con el paso a esta segunda fase, la operación pasa a un estado de larga duración, que se puede extender cinco meses más, hasta finales del primer trimestre de 2025, aunque fuentes autorizadas manifiestan que ese espacio temporal se quedará corto y trasladan hasta el verano una posible resolución.

También sigue pendiente la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV), que es clave para aprobar el folleto de la OPA y que el banco pueda seguir adelante con sus planes. De momento, este organismo estaba esperando la decisión previa de la CNMC para pronunciarse a continuación, pero al entrar en fase 2 y añadirse complejidad a la operación, deberá evaluar cuál la afectación de los accionistas en esta decisión y monitorizará el proceso para decidir cuando se debería producir la aprobación una vez el folleto esté completo.