Motor
Comprar un coche cuesta ya un 35% más que antes de la pandemia
El 91% de la producción se dedica a exportación porque el mercado interior español se ha desplomado un 34%
La situación del mercado de automóviles en España pasa, desde hace tiempo, por situaciones que aparentemente son inexplicables. La demanda es muy inferior a los niveles que se registraban antes de la pandemia, pero en cambio, los precios de los coches se han incrementado notablemente. La producción de las fábricas españolas ha crecido, pero ante un mercado interior con poco pulso, más del 91% se destina a la exportación. Y la demanda embalsada por falta de vehículos que había hace unos meses se está agotando porque los niveles de producción se están normalizado. En los ocho primeros meses de este año, el precio medio de los vehículos se ha incrementado en un 8% y ya se sitúa en 23.613 euros, incluido el impuesto de matriculación, lo que significa unos 2.000 euros más. Y esta alza de las tarifas podríamos calcularla en un 35% si comparamos las listas de precios actuales con las que estaban en vigor en el año 2019. Es decir, se ha registrado un incremento de 5.550 euros en el precio medio de un coche, una cifra que seguirá creciendo.
Según datos de la Agencia Tributaria, el coste de los vehículos ha mantenido una tendencia ascendente, sin bajar del 5% interanual desde 2020, año en el que la producción de automóviles se vio afectada por la paralización del transporte internacional de mercancías y estalló en todo el mundo la crisis de abastecimiento de semiconductores y otros componentes eléctricos fabricados principalmente en países asiáticos como Taiwan, China, Japón o Corea del Sur. A ello se unió además el encallamiento del buque carguero Ever Given a finales de marzo de 2021 en el canal de Suez, que también venía cargado de componentes y retrasó el comercio internacional varias semanas Todo ello provocó desabastecimiento en casi todas las factorías de los fabricantes occidentales. Y la consecuencia fue la falta de vehículos nuevos y el crecimiento del tiempo de las listas de espera.
La situación ya ha mejorado sustancialmente y son pocas las marcas que mantienen altos plazos de espera para la entrega de sus productos. Pero la consecuencia de la situación anterior ha sido que los fabricantes han incrementado sus márgenes comerciales y han elevado sustancialmente los precios del producto final. Pero otros factores han contribuido asimismo al aumento de las facturas. La elevada inflación, el mayor coste de la energía, particularmente del gas y la electricidad, y el encarecimiento de materias primas como el acero, el vidrio o el caucho se encuentran tras el aumento generalizado del precio de los automóviles.
Esta subida se nota especialmente en las tarifas de los vehículos nuevos, cuyo incremento ha crecido un 35% entre enero y agosto en comparación con el mismo periodo de 2019. Un aumento es aún mayor en los coches de importación, que han anotado una subida del 41%. Estos porcentajes, si se traducen a precios en efectivo, suponen un aumento de 6.700 y 7.200 euros respectivamente. En comparación con el año pasado, el precio de los vehículos nuevos comprados en España ha crecido casi un 8%, es decir, unos 1.900 euros más. Y de los que han sido adquiridos en el extranjero, la subida es de 14%, equivalente a más de 3.000 euros. En el caso de los vehículos usados, la cuantía a pagar es tan solo 86 euros mayor en los ocho primeros meses de 2023 en comparación con el año anterior, aunque si se confronta con el precio medio de 2019, se registra un descenso del 12 %, lo que equivale a 1.392 euros.
Este incremento de precio ha afectado a todos los tipos vehículos, si bien hay variaciones en función de la motorización empleada. La guerra de la UE contra los coches diésel, a pesar de que en muchos casos contaminan menos que los de gasolina, ha hecho que las tarifas de los coches con este tipo de motorización hayan sufrido un aumento un 9,3%, lo que supone una subida de unos 2.000 euros por cada vehículo diésel que se haya vendido entre enero y agosto de este año frente a las tarifas de hace un año. Por lo que respecta a los coches de gasolina, el avance ha sido del En el mismo periodo, los turismos movidos por motores de gasolina, el avance ha sido del 7,17%, lo que se traduce en unos 1.700 euros más que en 2022.
Por su parte, los vehículos eléctricos y con motor impulsado por gas licuado (GLP) han experimentado una leve subida del 0,67%, aunque su precio medio ha avanzado un 14% sólo en agosto, si se contrasta con la cifra a pagar en este mismo mes en el año anterior. En cambio, los automóviles que apuestan por la sostenibilidad son los más caros, al necesitarse más de 30.000 euros como media para poder comprar un coche con etiqueta Cero.
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