Fiscalidad
Las comunidades el PP disparan sus rebajas impositivas y agrandan la brecha fiscal con las del PSOE y Cataluña
Cataluña, Asturias y Castilla-La Mancha lideran el ranking de las regiones con mayor presión fiscal sobre el contribuyente medio
La brecha fiscal entre comunidades se agranda o se reduce según el color del gobierno que las gestione. Así, mientras entre las comunidades gobernadas por el Partido Popular los recortes impositivos aprobados por la media docena de nuevos gobiernos populares se han subido al carro de Madrid, Andalucía o Murcia y han estrechado la brecha, las pocas regiones en manos del PSOE y Cataluña -en manos de los independentistas de ERC- alejan a sus ciudadanos de esta relajación tributaria. es decir, las bajadas de impuestos generalizadas por los gobiernos del PP han dejado aisladas a Cataluña, Asturias y Castilla-La Mancha como las regiones cuyos ciudadanos soportan la mayor presión fiscal sobre el contribuyente medio.
Así, ya son 11 las regiones que en los últimos dos años han modificado la tarifa autonómica del IRPF -prácticamente todas del PP- en los dos últimos años para contrarrestar el efecto de la inflación y la mayoría han establecido deducciones o bonificaciones en varios de sus tributos. Baleares, Cantabria, La Rioja, Navarra y País Vasco han rebajado sus tarifas del IRPF este año y Aragón, Extremadura, Madrid y Navarra lo han hecho con efectos 2023.
Según un estudio del Consejo General de Economistas de España, de acuerdo con la información recopilada por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) en el Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2024 presentado este martes, constata que las comunidades del PP son las que menos fiscalidad soportan sus ciudadanos, pero las rentas medias pagan menos IRPF en el País Vasco y las altas, en Madrid.
Y el REAF pone ejemplos para demostrarlo: un trabajador tipo -que obtiene únicamente rentas del trabajo, soltero, menor de 65 años y sin hijos- con unos ingresos brutos anuales de 30.000 euros pagará menos 4.547,52 euros de Renta si es residente en el País Vasco, los que menos, mientras que los ciudadanos que tengan su domicilio fiscal en Cataluña son los que están obligados a abonar una mayor cantidad 5.039,55, una diferencia de 492 euros, lo que equivale a casi un 11%. En el caso de que el contribuyente supere los 160.000 euros brutos anuales de ingresos, su mejor opción para pagar menos a Hacienda por este impuesto es vivir en Madrid, porque abonaría 56.681,65 euros, una diferencia de más de 7.100 si está afincado por ejemplo en la Comunidad Valenciana, 63.784,90, una diferencia del 12,5%, que superará los 46.000 euros, el 18,3%, para un contribuyente que gane 600.000 euros. En el caso de un trabajador con ingresos de 20.000 euros brutos anuales, pagará lo mismo en toda España, 1.772 euros, excepto en País Vasco, que serán 2.000 euros, y Navarra, donde alcanzará los 2.040.
En cuanto al impuesto de Patrimonio, Andalucía y Madrid dan la opción a sus ciudadanos para decidir si quieren ingresar la cuota en sus comunidades o al Estado a través del impuesto a las Grandes Fortunas y Galicia ha establecido que el importe de su bonificación (50%) se minorará en la cantidad a pagar en ese nuevo tributo estatal. Otros gobiernos populares han tomado otras medidas correctoras: Aragón ha incrementado su mínimo exento de 400.000 a 700.000 euros; Extremadura ha introducido una bonificación del 100%; Baleares ha incrementa el mínimo exento de 700.000 euros a 3 millones; y Cantabria ha introducido una bonificación del 100% para patrimonios inferiores a tres millones.
El REAF también pone ejemplos clarificadores en este caso: un ciudadano que tribute por un montante de 800.000 euros no pagará si reside en Andalucía, Baleares, Cantabria, Extremadura, Madrid, Murcia, Bizkaia y Álava y 100 euros si vive en Galicia. Si tiene su domicilio en Aragón, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja o Guipuzkoa pagará 200 euros; 220 si vive en Asturias y 475,59 si reside en Navarra, 769,51 en Cataluña y 909,44 en la Comunidad Valenciana. En el caso de una gran fortuna que tribute por un patrimonio de 40 millones de euros, pagará menos si está asentado en Vizcayaa (710.400 euros), Guipúzcoa (882.300) o Álava (879.800) y más si vive en la Comunidad Valenciana (1.237.201,57 euros). En Extremadura no abonará este impuesto pero sí su equivalente estatal sobre las grandes fortunas y en Andalucía podrá elegir entre uno y otro, pero en todo caso será una cantidad intermedia en este ranking. Los responsables del estudio indican que por debajo de 800.000 euros no se paga en prácticamente en ninguna comunidad.
En los impuestos sobre Sucesiones y Donaciones continúa la tendencia de rebaja observada en años anteriores mediante la introducción de mayores bonificaciones o el incremento de las reducciones por parentesco. En Sucesiones los gobiernos autonómicos han establecido bonificaciones en función del grado familiar Baleares, Canarias, la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura y La Rioja y en Donaciones lo han hecho Canarias, la Comunidad Valenciana y Aragón y han aprobado otras medidas Asturias y La Rioja.
Aquí también hay ejemplos. Para un contribuyente soltero, de 30 años, que hereda bienes de su padre por un valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda, no pagará nada en Andalucía, Baleares, Cantabria y Galicia. En Canarias abonará a Hacienda por este impuesto solo 134,23 euros; en Extremadura 268,37; en Castilla y León 810,19; entre 1.263 y 1.640 en la Comunidad Valenciana, Madrid, La Rioja y Murcia; 3.150 en Euskadi; y 17.000 en Navarra. La cuota más alta es la de Asturias, con 103.135,48, muy por encima de las tres siguientes: Aragón (55.466,81 euros), Cataluña (44.569, 48 euros) y Castilla-La Mancha (31.759,23 euros).
Lo mismo ocurre con el impuesto de Donaciones, por el que un hijo de 30 años sin ninguna discapacidad que recibe de su padre 800.000 euros en efectivo sin un destino específico no pagará nada en Cantabria y solo 200 euros en Canarias y en cambio abonará 200.122,67 en Extremadura, 181.000 en Asturias y 170.268,76 en Aragón.
Finalmente, en Transmisiones Patrimoniales Onerosas y Actos Jurídicos Documentados han reducido tipos Cantabria y Galicia y respecto a los tributos propios, que solo representaron el 2,2% de los ingresos tributarios en 2022 -último año del que el estudio incluye datos, aunque no de todos los impuestos-. Madrid sigue siendo la única comunidad que no tiene tributos propios. El estudio concluye que los impuestos propios representan solo el 2,2% de los ingresos tributarios en 2022, por lo que siguen siendo una escasa fuente de financiación para las autonomías. No obstante, la recaudación por impuestos propios ha crecido en 2022 con respecto a 2021 un 10,9%.
El informe también sostiene que los ingresos tributarios ligados a la financiación de las autonomías, en general, han visto incrementada su recaudación por impuestos. Desde 2007 hasta 2021 aumentó en "un 39,55%", aunque "haya incidido en sentido contrario la bajada en Patrimonio". En cuanto a los ingresos tributarios del Estado, en el año 2022 se lograron por IRPF 109.485 millones de euros, un 15,8% más que el año anterior.
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