Cooperación bilateral para una promoción turística más eficaz

La industria turística internacional bajó la persiana en marzo de 2020 por culpa de la Covid-19. La pandemia paralizó el mundo y el sector se vio inmerso en una crisis sin precedentes. Sin embargo, las ganas de viajar nunca se esfumaron y esta industria ha conseguido recuperar su fortaleza en tiempo récord: España atisba el cierre de un año de récord en cuanto a la llegada de viajeros internacionales, mientras que nuestro vecino Marruecos aspira a alcanzar los 17,5 millones de visitantes y generar ingresos por valor de 11.000 millones en divisas de aquí a 2026.

Así se puso de manifiesto ayer durante la mesa redonda dedicada al sector del turismo en el contexto del Foro Económico España-Marruecos en la que participaron Imad Barrakad, presidente de la Société Marocaine d’Ingénierie Touristique (SMIT); Abdelhamid Addou, presidente y director ejecutivo de Royal Air Maroc; Raúl González, consejero delegado de Barceló Hotel Group, e Ignacio Collado, presidente de la Asociación de Agencias Especializadas de Viajes e Incentivos (Idemice).

«Juntos somos más fuertes y en el sector turístico, si cabe, aún más, ya que ir de la mano en materia de promoción nos permitirá llegar más lejos», coincidieron en afirmar todos los participantes. La ambiciosa candidatura tripartita para albergar la Copa Mundial de Fútbol en 2030 entre España, Marruecos y Portugal puede convertirse en un punto de inflexión. «Estamos preparados para alcanzar el objetivo de aumentar la llegada de viajeros y que nos beneficiemos todos con ello», reconoció Addou. De hecho, esto no es nuevo, ya que «se está haciendo un trabajo conjunto importante hoy en día, aunque a pequeña escala. Ahora el posible Mundial de fútbol puede ser la palanca de cambio que impulse esta forma de trabajar», aseguró Barrakad. Y esta idea también la defendió González, quien reconoció que «el fútbol es un potente reclamo turístico y no debemos desaprovechar la oportunidad. Trabajar en la promoción conjunta entre Marruecos y España resulta esencial para atraer a viajeros de más larga distancia, como los procedentes de América o de Asia».

Ante ese reto ayuda, y mucho, el hecho de que tanto España como Marruecos conciban al turismo como un sector estratégico en su economía. «Marruecos es un destino hospitalario, pero debemos ir más allá y consolidar industrialmente este sector. Ahora es nuestro gran caballo de batalla y para ello hemos establecido una hoja de ruta que ya está dando sus frutos, haciendo grandes esfuerzos promocionales a nivel internacional y potenciando la colaboración entre inversores de ambos lados del Estrecho», añadió Barrakad.

La cooperación también es firme en materia de inversiones hoteleras. Ejemplo de ello es Barceló Hotel Group, que lleva más de 20 años operando en Marruecos hasta convertirse en la cadena española con más presencia en el país vecino. «Nos ha funcionado muy bien trabajar con acuerdos de colaboración con socios locales. Para nosotros es clave hacer cosas juntos. Siempre hemos visto a Marruecos como la puerta de entrada de nuestro crecimiento a otros países de África y prueba de ello es que hemos invertido más de 100 millones de euros en los últimos años. Seguiremos en esa línea, porque está demostrando ser un país estable, seguro y que apoya la inversión extranjera», afirmó González. Algo que también reconoció Collado al asegurar que «Marruecos tiene un gran potencial para el viajero de incentivos por su diversidad. Es un destino amable y seguro».

La colaboración es recíproca, ya que, tal y como recordó Addou, «Royal Air Maroc es una empresa muy implicada en la estrategia del desarrollo del turismo y España es nuestro segundo mercado más importante, por lo que hemos firmado un acuerdo estratégico con Iberia que nos está permitiendo recuperar turistas de todas las ciudades españolas».

Sostenibilidad

El futuro del sector de ambos países pasa por fomentar el turismo experiencial, con personalidad propia. «El viajero cada vez más busca una vivencia única, y en eso Marruecos tiene un potencial envidiable», apuntó Collado. Y Marruecos está sabiendo mantener su autenticidad sin renunciar a la sostenibilidad, «tanto en la parte medioambiental como en el reparto de la riqueza generada. Este concepto forma parte de nuestra estrategia turística. El futuro pasa por ahí», concluyó Barrakad.