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Crea un negocio paralelo sin dejar de trabajar

Tener un negocio paralelo debe ser algo que desees y con lo que no te «quemes» / Dreamstime
Tener un negocio paralelo debe ser algo que desees y con lo que no te «quemes» / Dreamstimelarazon

Convertirse en emprendedor no es una tarea fácil y menos si ya tienes un empleo a tiempo completo. Hay que empezar con la idea adecuada y sobre todo que sea rentable.

A Isabel le ha nacido la idea de montar un negocio pero le gustaría compaginarlo con su trabajo habitual, al menos de momento. Ha pensado en importar café molido colombiano a Europa. El problema es que este negocio requiere mucho tiempo y ella ya tiene otro trabajo. ¿Pero qué pasaría si se pudiese crear de manera fácil y rápida una fuente de ingresos adicional sin dejar la seguridad de un trabajo fijo? Chris Guillebeau, en su libro «Crea un negocio propio sin dejar de trabajar» ofrece un guía paso a paso desde la idea a los ingresos en sólo 27 días y dedicándole 20 minutos al día. Diseñado para personas ocupadas o impacientes, esta hoja de ruta detallada muestra cómo seleccionar, lanzar y perfeccionar un proyecto para ganar dinero con él en menos de un mes. «El tiempo es importante porque no tienes mucho, así que tienes que elegir una idea que sea lo más eficiente posible. La motivación también importa. Tu negocio paralelo debería ser al menos un poco divertido, si no mucho. No quieres quemarte con él, tiene que ser algo que realmente desees, o algo a lo que no tengas manía o veas como una obligación», aconseja Guillebeau. Crear un propio negocio tiene muchas ventajas, pero hay que empezar con la idea adecuada y sobre todo que sea rentable. Lo primero de lo que nos advierte este autor, empresario y emprendedor es que «si no ves cómo podrías ganar dinero con la idea, a ser posible en un periodo corto de tiempo, probablemente no sea una buena idea». En general hay tres categorías principales de negocios paralelos. Podemos vender un producto, ya sea propio o de otra persona, proporcionar un servicio o podemos ser algún tipo de intermediario. La cuestión es comparar varias ideas para ver si hay una clara ganadora.

A toda idea de negocio la debe acompañar un predicción de los beneficios, prosigue este autor. Todo se reduce a un principio básico: no gastes más dinero del que ganas. Pero si no tenemos clara nuestras previsiones preparemos varias. Guillebeau advierte que «es crucial que el negocio paralelo tenga un plan claro para producir ingresos. No podemos dejar este requisito de lado y decir que ya lo pensaré luego. Eso vale para un “hobby”, no para un negocio». Este fue uno de los errores que cometió María. Se embarcó en un negocio de organización de mesas de cumpleaños infantiles, pero nunca ideó un plan para que el negocio le resultara rentable. Cobraba por debajo de lo que le costaban los materiales, por tanto estaba perdiendo dinero y su trabajo se parecía cada vez más a un «hobby».

A medida que avancemos en una idea, deberemos estudiar lo que hacen otras personas para hacerlo mejor o de una forma diferente. «Hay que preguntarse: ¿Lo que pensamos ofrecer existe ya de alguna manera? Si es así investiga qué hacen bien o qué hacen mal. Al hacerlo, podremos identificar que hacer mejor o de manera diferente a la competencia. Se trata de convertirse en detective, investigar el entorno para entender qué hay por ahí. Pero ¿y si nuestra idea de negocio es algo que no ha hecho nadie? ¿Cómo saber cuánto vale tu oferta o lo que es más importante cuánto estarán dispuestos a pagar los clientes?». Entramos ya en la tercera semana del plan: «Prepárate para el despegue». Según Guillebeau «poner un precio a tu negocio puede ser un desafío incluso para los que tienen experiencia. Usa el modelo de coste más margen. Primero tienes que averiguar cuánto cuesta conseguir un producto y después tienes que añadirle un incremento que será tu beneficio. ¿Cuánto deberías añadirle? Esa es la pregunta del millón y la respuesta es diferente para cada persona. Para empezar plantéate qué ingresos por venta harían que esta venta valiese la pena para ti, teniendo en cuenta los costes y el tiempo que empleaste en desarrollar el producto. Si no estás cubriendo pérdidas en realidad estás perdiendo dinero», sostiene el autor.

Seguimos preparándonos para el despegue pero ¿qué más necesitamos? Debemos crear nuestra lista de la compra. En este apartado debemos saber que todo negocio tiene que tener presencia en internet. Hay un dicho que dice: «Si no eres digital eres un vegetal». Por tanto a nuestra lista de la compra no la debería faltar un sitio web, perfiles en las redes sociales, herramienta de planificación de contenidos y un sistema de pago. Existen sistemas de pago sencillo como paypal, shopity o stripe.

Ya está, el negocio está en marcha, ahora falta presentarlo a la gente adecuada. Es importante que nos creemos una página en Facebook. A medida que los usuarios empiecen a interactuar con la página, Facebook recopilará de forma automática datos sobre ellos. Entramos en la cuarta semana de nuestro plan. «No dudes en pedir a todos tus conocidos que se unan a la causa y corran la voz. Empieza con una lista específica de diez personas», que puedan hacer de embajadores de tu marca.

Ya entramos en la quinta semana y última del plan. En este punto el autor aconseja centrarnos en auditar nuestro negocio. «¿Qué está funcionando bien y cómo puedo desarrollarlo todavía más? ¿Hay algo de este negocio que podría automatizar o externalizar?, ¿Qué podría hacer para ganar más dinero sin tener que invertir mucho más tiempo? ¿Podría incrementar el precio de la oferta asociada a este negocio?»

El libro recoge la experiencia de varias personas que han emprendido negocios paralelos. «Algunos los utilizaron como complemento de su trabajo habitual, a otros les dio seguridad en un momento de transición de sus vidas, y a otros les ha ayudado a disfrutar más de la vida», concluye su autor.