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Los Cubesats, los satélites del tamaño de un microondas con sello español
Sateliot está a días de lanzar cuatro satélites de su constelación con la que quieren dar conectividad 5G-IoT
El nombre de Jordi Puig-Suari es menos conocido en España de lo que debería ser. Este ingeniero aeroespacial catalán, que ha hecho carrera en Estados Unidos, es el padre de los cubesats, los satélites pequeños que han revolucionado la industria espacial. Si hasta hace unas décadas el lanzamiento de estos dispositivos a la órbita terrestre estaba supeditado a grandes agencias gubernamentales con amplios presupuestos, como la NASA estadounidense, la ESA europea o la rusa Roscosmos, hoy ese nicho se ha ampliado a universidades, compañías privadas o, incluso, start-ups.
Es el caso de Sateliot. La compañía con sede en Barcelona y San Diego está a pocos días de lanzar cuatro nuevos satélites al espacio. Lo hará en la misión Transporter-11 de SpaceX desde la base aérea de Vandenberg, en el estado de California (Estados Unidos).
Pero esto es solo el primer paso de un ambicioso proyecto de país que pondrá a España a la vanguardia de esta tecnología en la industria espacial. Porque la empresa, fundada por Jaume Sanpera y Marco Guadalupi, quiere desplegar una constelación de decenas de estos pequeños satélites de aquí a 2028. ¿Su propósito? Dar conectividad 5G-IoT (internet de las cosas) a más de ocho millones de dispositivos alrededor del mundo.
Una vez que los satélites estén desplegados en el espacio, sobrevolarán la Tierra desde la órbita terrestre baja (LEO) a unos 500 kilómetros de altura. Desde allí funcionarán como torres de telecomunicaciones, proporcionando una extensión de cobertura a los operadores móviles, a través de acuerdos mayoristas, para que puedan ofrecer servicios de internet de las cosas allá donde las redes terrestres no llegan.
Según las estimaciones del mercado, pese a la digitalización de un mundo cada vez más globalizado, cerca del 80% de la superficie terrestre aún no tiene cobertura móvil. Sobre todo las zonas rurales, de difícil acceso o aisladas, como altamar o desiertos y bosques. Ahí es donde quiere llegar Sateliot bajo el lema «Un mundo conectado es un mundo mejor».
Desde su despacho en las oficinas de Sateliot en Barcelona, Sanpera comenta que «vamos a dar conectividad casi en tiempo real al 100% del planeta una vez que la constelación esté desplegada completamente. Esto supone un salto cualitativo gigantesco respecto de las tecnologías vigentes».Y esas palabras cobran sentido en la era de la «democratización» del espacio y el New Space. Cuando las grandes agencias mencionadas anteriormente eran las únicas que lanzaban satélites, estos tenían un concepto totalmente distinto: desarrollo de décadas, costes de millones de dólares, el tamaño de un autobús y toneladas de peso. Por el contrario, la tecnología de Sateliot permite que cada unidad esté lista en 18 meses, cueste menos de medio millón, tenga unas dimensiones similares a un microondas y pese cerca de diez kilos.
La vida útil de estos aparatos también ha caído. Ya no son décadas de uso, sino que, a lo sumo, duran cinco años en órbita. Esta cualidad permite que, incluso desde la Tierra, a diferencia de las posibilidades de años atrás, se puedan incorporar mejoras tecnológicas en los sistemas de a bordo.
De hecho, están diseñados para que, una vez que llegue el momento, realicen maniobras de desorbitación de manera controlada para que se quemen en su reentrada a la atmósfera, evitando así la acumulación de desechos espaciales y minimizando eventuales riesgos de colisión con otros objetos.
Orígenes y respaldo
A seis años de su creación, Sateliot recién espera este hito para comenzar a facturar, aunque ya ha cerrado contratos que superan los 200 millones de euros con más de 400 clientes de más de 50 países alrededor del mundo. Este lanzamiento significa un impulso en su previsión de crecimiento y en la ronda de financiación de sus acciones de la Serie B. Su plan de negocio recoge una facturación de 500 millones de euros en 2027 y de 1.000 millones en 2030, con más del 60% de Ebitda.
De hecho, a lo largo de su historia Sateliot ha conseguido levantar un total de 25 millones de euros, de los que seis millones proceden del Banco Santander. La Unión Europea, a través del fondo InvestEU, también le ha dado un respaldo económico a su actividad.
Esta hoja de ruta para el desarrollo de su estrategia empresarial es un mensaje que busca la confianza del mercado y del sector aeroespacial. Sateliot es una empresa española que cuenta en su accionariado con Indra y Cellnex como socios industriales con una participación del 10,5% y el 3,5%, respectivamente. También de Sepides, con cerca de un 5% del capital.
«Ha sido un camino difícil. Nuestra principal tarea ha sido transformar las palmadas en la espalda en apoyos económicos. Sin embargo, a lo largo de todo este tiempo hemos convencido y demostrado a los inversores de que esta idea tiene un futuro que en apenas unos días vamos a convertir en presente», concluye Sanpera.
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