Agricultura

Cumbre europea del campo ya para luchar contra los problemas agrarios

Los acuerdos comerciales con países terceros, los precios de los productos agrarios, los costes de producción y la hiperregulación son algunos de los muchos problemas del sector

Economía.- Agricultores españoles participan hoy en una tractorada en Bruselas como previa a las protestas en España
Manifestación de agricultores y ganaderosEuropa Press

Recuerdo la Cumbre Europea que tuvo lugar en Dublín a mediados de diciembre de 1984, antes de la entrada de España en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE). Esa reunión pasó a la historia como la Cumbre del Vino, porque los máximos mandatarios dedicaron la mayor parte de su tiempo a estudiar la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del Vino a petición de Franci, como paso previo para que este país desbloquease las negociaciones con España. En aquellos tiempos era habitual que los jefes de Estado y de Gobierno abordasen asuntos agrarios. Sin embargo, ahora eso es impensable. Hasta hoy. Porque si los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, y sus equipos, tienen todavía algo de contacto con la realidad deberían incluir, durante la Cumbre que celebran en Bruselas, un debate en profundidad sobre los problemas que tiene el campo y la situación explosiva que se vive en el sector agrario. Si no lo hacen, y desaprovechan esta ocasión, allá ellos, porque demostrarán que son unos extraterrestres, lo mismo que los eurócratas autores de la gran cantidad de normas que han provocado la salida de los tractores a las carreteras y autopistas en la mayor parte de la UE.

Por cierto, y hablando de eurócratas, Nadia Calviño, ejemplo de ellos, ya habrá recibido en su cuenta corriente su primera nomina como máxima responsable del Banco Europea de Inversiones (BEI) cercana a los 30.000 euros, con cargo a los impuestos de todos, entre otros de esos agricultores y ganaderos que están protestando. Volviendo a la Cumbre Europea, el francés Macron tiene previsto plantear la situación crítica que se vive en el sector agrario comunitario con el campo europeo en llamas. Se lo iba a contar a la presidenta de la Comisión Europea, que se ha encontrado en la recta final de su mandato con la mayor oleada de protestas que se recuerda en el campo. Los problemas son muchos y entre ellos destacan los acuerdos comerciales con países terceros, los precios de los productos agrarios, los costes de producción y lo que se puede llamar hiperregulación del sector, tanto por Bruselas como por los Estados miembros y las Administraciones regionales. Un ejemplo: para «tocar» un seto en Francia es necesario respetar 14 normas diferentes. No creo que en España andemos muy lejos