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Ahorro

Daniel Lacalle, economista, contundente a la hora de romper el mito del ahorro: "¿Por qué la gente no ahorra?"

Confiar en que el futuro será como el presente es el error financiero más común, una temeridad que equivale a conducir sin airbag esperando no tener un accidente

Daniel Lacalle larazon

Vivir al día sin un colchón de ahorros es tan imprudente como conducir un coche sin airbag o pilotar una moto sin casco. Con esta contundente metáfora, el economista Daniel Lacalle ha querido alertar sobre el peligro de una confianza desmedida en la estabilidad presente, una actitud que deja a las personas en una situación de extrema vulnerabilidad ante cualquier imprevisto que pueda surgir en sus vidas.

En este sentido, el doctor en Economía subraya que el principal obstáculo para fomentar una cultura del ahorro es una percepción errónea de la realidad. Muchas personas, explica, dan por sentada su situación actual y asumen de manera casi inconsciente que sus circunstancias, ya sean laborales o personales, no cambiarán en el futuro. Esta visión, que Lacalle describe como una especie de espejismo, es la que lleva a posponer o directamente descartar la creación de un fondo de emergencia.

De hecho, el experto insiste en que el objetivo primordial de guardar dinero no es la acumulación de riqueza por sí misma, sino la obtención de un bien mucho más preciado: la libertad. La libertad financiera, según expone Daniel Lacalle en la cuenta de TikTok de Aladetres, es la herramienta que permite a cualquier individuo afrontar los giros inesperados que la vida presenta con una mayor serenidad y, sobre todo, con capacidad de decisión.

La libertad como objetivo final del ahorro

Asimismo, tener un margen de maniobra ante un problema súbito, ya sea de salud, laboral o familiar, es el verdadero valor que aporta una planificación económica responsable. No se trata de acumular por acumular, sino de construir un parapeto que proteja de las inclemencias y que otorgue la potestad de elegir el propio camino sin estar condicionado por la urgencia o la necesidad inmediata, evitando así caer en deudas o tomar decisiones precipitadas.

Por todo ello, Lacalle remata su argumento con una afirmación lapidaria que busca sacudir conciencias. Sostiene que es cien por cien probable que una persona, a lo largo de su existencia, se enfrente a un problema de envergadura que requiera de recursos económicos. Ignorar esta certeza y no prepararse para ella equivale, en sus propias palabras, a un acto de negligencia personal cuyas consecuencias pueden llegar a ser devastadoras. Una advertencia clara que pone el foco en la prevención como pilar fundamental de la estabilidad a largo plazo.