Caso Bankia
De la Torre responsabiliza directamente a Sánchez Barcoj y Miguel Blesa
Un ex consejero declara que las tarjetas tenían «todas las bendiciones» de los responsables de Caja Madrid
Se les llamaba «tarjetas black» porque eran «neutrales para a efectos fiscales de IRPF». Ésta fue la definición que realizó de esas tarjetas Enrique de la Torre, ex secretario del Consejo de Administración de Caja Madrid, en su declaración, en calidad de imputado, ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. En su comparecencia, admitió que entregó ese tipo de plásticos a directivos de la entidad, pero responsabilizó al departamento operativo, que dirigía el ex director general financiero Idelfonso Sánchez Barcoj y al ex presidente Miguel Blesa, que sería quien fijaba los límites de gastos de esas tarjetas.
En ese sentido, señaló que él facilitaba las tarjetas como mero intermediario y que había algunos directivos que tenían dos clases: la de representación y otra para gastos personales, las cuales se consideraban como bonificación retributiva que tenían el mismo «complemento retributivo que cualquier otro». Por este motivo, aseguró al respecto, los gastos ocasionados con las mismas no había que justificarlos.
En su interrogatorio por parte del fiscal, que en algunos momentos llegó a ser «duro», se le preguntó por varios correos electrónicos considerados «secretos» y en los que se aludía al posible riesgo de filtraciones relacionadas con los gastos con este tipo de tarjetas. Sobre esta cuestión, De la Torre –que según la investigación llegó a gastarse 320.7000 euros con esa visa–, lo justificó en que todo lo relacionado con el tratamiento retributivo «tenía que ser sensible y reservado».
En ese momento, el fiscal anticorrupción Alejandro Luzón le preguntó si, por eso mismo, no debería ser al revés, es decir, transparente. La respuesta de De la Torre fue incidir más en lo mismo: «Son temas delicados y hay que llevarlos con cuidado».
Sobre sus tarjetas –de las que dijo que no recordaba quién se las entregó de forma específica–, señaló que la asignada para gastos personales la utilizaba cuando los mismos tenían un carácter «dudoso», es decir, no sabía si ese gasto se podía cargar o no a la visa de gastos de representación de la entidad.
También el magistrado le preguntó sobre si le parecía «normal» que los consejeros tuviesen una retribución que no aparecía en sus contratos. Sobre esta cuestión, el ex secretario del Consejo de Administración de Caja Madrid respondió que «en ningún momento me pareció irregular».
Por otro lado, también compareció ayer ante el juez Andreu el ex director general de Economía de la Comunidad de Madrid y ex presidente de la Comisión de Control Pablo Abejas, quien cargó a su visa gastos por más de 245.000 euros. En su declaración, insistió en que la visa que tenía era de libre disposición, siempre respetando los límites fijados. La que tenía, afirmó, se la entregó el entonces secretario general del Consejo, Vicente Espinosa, y que la misma contaba «con todas las bendiciones». «Confiábamos en que todo era legal», apuntó, antes de explicar que el órgano al que pertenecía era «un ‘‘back office’’ con cierto sentido ‘‘forensing’’».
La decena de ex directivos que declararon ayer, propuestos por PP, PSOE, IU y CC OO, coincidieron en que fue Vicente Espinosa quien les entregó las tarjetas, que eran de «libre disposición» y podían soportar gastos personales, siempre y cuando no sobrepasaran un límite máximo y no se extrajera dinero en efectivo de los cajeros automáticos. El fiscal no pidió fianza para ninguno de ellos, al acabar las declaraciones.
Apuntes manuales
Eso sí, no supieron explicar la razón que justificara esta última prohibición, mientras que señalaron que intentaban agotar el límite mensual en su utilización y, para ello, apuntaban los gastos «manualmente» o recurrían a su «memoria», ya que la caja no exigía ningún tipo de justificante. Al ser preguntados por la tributación de las visas, todos han respondido que pensaban que estaba incluida en su certificado de haberes, a excepción del representante de CC OO Antonio Rey de Viñas, quien precisó que pensaba que la caja lo tenía «arreglado desde el punto de vista fiscal». En este sentido, el ex directivo propuesto por el PP Javier de Miguel afirmó que fue consciente de que no estaba en su certificado y entendía que la entidad «se ocupaba» de la fiscalidad.
Otro ex directivo nombrado por el PP, Antonio Cámara, informa Efe, recordó que mostró «cierta sorpresa» cuando la caja madrileña le entregó la tarjeta y le dijo que no tenía que declarar «nada» ante Hacienda. «Me dijeron que había un acuerdo con el Banco de España y Hacienda», indicó, en consonancia con Ángel Antonio Gómez de Pulgar, quien citó de forma expresa este acuerdo con la Agencia Tributaria.
Las declaraciones seguirán el jueves y el viernes.
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