La delicada realidad de Air Europa: 900 millones de deuda con alto coste y con patrimonio neto negativo

Extremadamente delicada. Así es la situación financiera de Air Europa. Y no lo dicen analistas externos, sino la propia aerolínea. Y más concretamente, su consejero delegado, Jesús Nuño de la Rosa; y su director general, Richard Clark. Su análisis se recoge en una comunicación interna que la compañía envió hace unos días a sus empleados en respuesta a la huelga que han convocado sus pilotos para los días 1, 2, 4 y 5 de mayo.

A pesar de que en noviembre del pasado año la aerolínea aseguró que cerraría el segundo semestre del ejercicio 2022 con un beneficio de 160 millones de euros, la compañía sigue lejos de haberse recuperado del importante golpe que le propinó la pandemia del coronavirus. Y a la espera de ver si la Comisión Europea autoriza su compra por parte de IAG (matriz de Iberia) y si esa operación alivia sus cuentas, Air Europa afronta un futuro todavía complicado. En la misiva, ambos directivos, tras tachar de "irresponsable y egoísta" la convocatoria de huelga de los pilotos, aseguran que la situación de la compañía "sigue siendo extremadamente delicada". Así, De la Rosa y Clark afirman que "acumulamos pérdidas operativas hasta la fecha de más de 700 millones de euros en los ejercicios 2020 y 2021". Además, añaden, "nos encontramos en una situación de patrimonio neto negativo que será necesario equilibrar antes de finalizar el ejercicio 2024". A ello se suma, como exponen también, que Air Europa soporta una deuda acumulada de más de 900 millones de euros "con un alto coste financiero, de los cuales aproximadamente 600 millones corresponden a los préstamos del ICO y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que fueron concedidos, entre otras cosas, gracias al aval de Globalia Corporación Empresarial".

Para dar la vuelta a la situación, Air Europa ha aprobado un plan estratégico que, según su dirección, "es nuestra garantía de viabilidad a corto, medio y largo plazo". Pero, a su entender, la huelga de pilotos es un serio obstáculo para lograr los objetivos marcados en esta hoja de ruta. La compañía reconoce que las movilizaciones afectarán a la actividad comercial de la compañía y generarán, asimismo, "pérdidas millonarias a través de la disminución de reservas y ventas de billetes de cara a la temporada de verano".

Los daños pueden ser, según Air Europa, todavía mayores debido a que operaciones que tiene previstas con las que pretende ampliar su negocio como la incorporación de aviones adicionales y, muy en particular, la de los tres Boeing 787-9 del "lessor" Avolon previstos para finales de 2023 estarían en riesgo con el consiguiente perjuicio para su actividad. "Es inasumible plantear este aumento de flota si no disponemos de la necesaria paz social y visibilidad sobre el nivel de costes laborales comprometidos", advierten Nuño de la Rosa y Clark.

Discrepancia

A pesar de las críticas de la dirección, el Sindicato Español de Pilotos (Sepla), convocante de la huelga, aseguran que el colectivo ha demostrado su compromiso con el futuro de la compañía, "como se vio en el ERTE durante la pandemia, con el alto coste personal para los pilotos". Además, señalan que han demostrado su responsabilidad con la paz social, "como demuestra el hecho de que la última convocatoria de huelga fue en 2011. Lo que no va a permitir el colectivo es una gestión empresarial que busca lucrarse a toda costa, en contra de los usuarios y los trabajadores. Contra los usuarios, subiendo más de un 54% los billetes de avión en el último año y contra los trabajadores, con imposiciones arbitrarias y recortando las condiciones laborales", según dijeron días atrás.

Los problemas laborales para Air Europa pueden, sin embargo, no acabar en las movilizaciones de los pilotos. Los tripulantes de cabina (TCP) de su filial Air Europa Express también tiene prácticamente decidido convocar huelga en las próximas fechas ante la falta de avances para alcanzar un acuerdo sobre su primer convenio colectivo, tal y como ha informado LA RAZÓN. Los representantes de los trabajadores denuncian que la compañía les ofrece una mejora salarial de apenas 40 euros brutos al mes y que llevan con el salario congelado desde el año en que se formó esta compañía, en 2016.

Las movilizaciones serían un golpe importante para Air Europa dado que su filial de bajo coste es la encargada de operar los vuelos de medio y corto radio que alimentan los de largo radio de la aerolínea principal. Estas últimas rutas son las que mayor rentabilidad aportan a la compañía.