Precios

El depósito de gasolina es cinco euros más caro que hace un año, pero siete euros más barato para el diésel

Pese a que la gasolina y el diésel acumulan más de un mes a la baja, el consumo gas licuado del petróleo (GLP) se dispara un 14% hasta septiembre por sus aún altos precios

Gasolinera
Gasolinera Canva

El consumo de gas licuado del petróleo (GLP), un combustible menos contaminante y más barato que el diésel o la gasolina, se posiciona como una alternativa cada vez más popular para esquivar los altos precios de estos carburantes. En los nueve primeros meses del año, su consumo se ha disparado un 14% respecto al mismo periodo de 2022 y sólo en septiembre su uso creció un 9,8% frente a un año antes, según los datos publicados ayer por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). De esta manera, se convierte en el combustible que más está creciendo en España, aunque su uso es muy inferior al de la gasolina y el gasóleo de automoción que, pese a su racha bajista (cinco y cuatro semanas cayendo, respectivamente), siguen más caros que en verano.

Según los datos registrados por el Boletín Petrolero de la UE en la semana del 24 al 30 de octubre, la gasolina ha caído un 0,6% con respecto a la pasada semana, para situarse en los 1,652 euros el litro, retrocediendo así a niveles de finales de julio, y el diésel ha descendido un 0,54%, hasta los 1,645 euros el litro, su nivel más bajo desde mediados de septiembre.

Pese a estas rebajas, el precio del diésel acumula un encarecimiento del 14,3% desde principios de julio, cuando empezó el repunte de precios, y la gasolina ha subido un 3,7%. Además, el precio de ambos carburantes continúa por encima de los niveles en los que se situaba antes del estallido de la guerra en Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022 y que, en el caso del diésel, era de 1,479 euros por litro, y, para la gasolina, de 1,594 euros. No obstante, tanto la gasolina como el diésel se mantienen lejos de los máximos que tocaron en torno a hace un año, cuando en julio la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.

Así, estas últimas bajadas registradas por los carburantes permiten acumular un abaratamiento del 6,1%, en el caso de la gasolina, y del 2,5%, para el diésel, con respecto a los máximos anuales que tocaron a finales de septiembre y principios de octubre, tras encadenar tres meses al alza.

Con estos precios, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina supuso unos 90,86 euros, casi 5,11 euros por encima de los 85,74 euros que hubiese costado a estas alturas del 2022, incluyendo el descuento de 20 céntimos por litro. En el caso del diésel, un depósito medio de 55 litros ascendió a los 90,47 euros, 6,93 euros menos que los 97,40 euros que costaba en el mismo período de 2022.

Igualmente, con esta, el diésel suma 37 semanas seguidas por debajo del precio de la gasolina. Se mantiene así en la situación habitual de antes de la invasión rusa de Ucrania, que provocó que el precio del gasoil fuese más caro que el de la gasolina de forma continuada desde agosto de 2022 y hasta mediados de febrero de este año, cuando se rompió la dinámica.

Aunque el diésel es más barato y más vehículos lo usan, su consumo bajó en septiembre un 3,4% interanual, mientras que el consumo de gasolina se elevó un 4,8% pese a ser más cara y menos utilizada. Así, en conjunto, el consumo de combustibles de automoción cayó un 1,6% en septiembre con respecto al mismo mes del año pasado, hasta los 2,296 millones de toneladas. En el acumulado del año, el consumo de los combustibles de automoción desciende un 1% con respecto a 2022, con las gasolinas creciendo un 6,2%, mientras que caen los gasóleos de automoción (-2,8%).