Dos años de liberalización ferroviaria para democratizar el tren en España, ¿y ahora?

Hace apenas dos años Ouigo llegaba a las vías españolas y desde entonces España ha experimentado una transformación en la forma en la que los ciudadanos se desplazan en tren, gracias a un proceso de liberalización ferroviaria que se ha acelerado con la posterior llegada de Avlo e Iryo. Este cambio ha sido un objetivo buscado durante mucho tiempo, tanto a nivel nacional como europeo; es decir, abrir el mercado a la competencia como paso esencial para promover la innovación, mejorar la calidad del servicio y ofrecer opciones de viaje más flexibles y accesibles para los usuarios.

En primer lugar, como resultado de la apertura de las vías españolas a nuevos competidores, hemos observado un aumento significativo en la demanda de viajes en tren, no solo a lo largo del año sino también en momentos clave como los meses de verano, cuando las reservas en tren se han multiplicado casi por seis con respecto al año pasado. Además, poniendo el ojo en la evolución de mercado, cabe destacar el buen momento por el que atraviesa Renfe, cuyo rendimiento en la primera mitad de 2023 ha permitido a la compañía pública salir de números rojos y superar en más de un 9% su crecimiento en comparación con el año pasado aún habiendo perdido cuota de mercado. En este sentido, y teniendo también en cuenta que el 76% de los españoles elige actualmente el tren como su medio de transporte favorito, según una encuesta nacional de YouGov, podemos afirmar que España ha recibido de manera entusiasta la entrada de nuevos operadores en el mercado ferroviario de nuestro país.

En cualquier caso, el punto fuerte de la liberalización ha sido sin duda el aspecto económico. Durante años, el esfuerzo dedicado a la construcción de la principal red ferroviaria de alta velocidad en España no vino acompañada de unos precios accesibles para la mayoría. Sin embargo, desde la entrada de Ouigo, Iryo y Avlo, los precios han experimentado un descenso hasta del 43% en la ruta Madrid-Barcelona, la más importante del país; aliviando los bolsillos de los viajeros españoles y democratizando el acceso a la alta velocidad.

En este sentido, hasta seis de cada diez viajeros utiliza más el tren ahora que es más barato que antes de que comenzase el proceso de liberalización. Y no solo eso, sino que aseguran que el precio es el factor más determinante a la hora de elegir el tren como medio de transporte, haciéndolo más atractivo frente a otros medios de transporte como el avión y el coche.

Asimismo, la entrada de estos tres nuevos operadores en el mercado, ha supuesto una mayor oferta de servicios, rutas y, en general, alternativas de viaje, lo que ha llevado a una mayor eficiencia y comodidad para los pasajeros, y con ello una mejora notable de la experiencia de usuario del tren. A esto hay que añadir el ahorro de tiempo que supone ir a la estación de tren, que ofrece una mayor accesibilidad y reducción del tiempo de viaje, al no ser necesario acudir con tanta antelación ni pasar por controles de seguridad.

Por último, otro aspecto que ha logrado la liberalización del tren es la variedad de horarios, un aspecto que precisamente los viajeros también consideran fundamental, por la mayor flexibilidad que permite en la planificación de viajes. Actualmente, se ha conseguido una mayor eficiencia en la utilización de las vías de alta velocidad que estaban infrautilizadas, logrando que las operadoras subiesen a sus trenes a casi siete millones de viajeros, según datos de la CNMC, y pusiesen a la venta una cantidad de billetes como nunca había habido antes. Lo mismo ocurre cuando hablamos del plano medioambiental y cómo el tren fomenta una movilidad más sostenible, ya que mientras que el conjunto del transporte europeo genera el 25% de las emisiones de CO2, el conjunto de la red ferroviaria supone menos del 1%, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.

En resumen, en apenas dos años España se ha consolidado como líder europeo y modelo a seguir tras la apertura a la competencia de su red ferroviaria. No obstante, este proceso no ha concluido, y del mismo modo que ocurrió en sectores como el de las telecomunicaciones; una vez avanzada la liberalización de la actividad primaria es necesario abordar la liberalización de la distribución independiente. Sólo así podremos garantizar el despliegue del potencial y las oportunidades que ofrece este nuevo escenario competitivo.

De esta manera, debemos seguir en esta línea y adoptar prácticas y marcos regulatorios que continúen fomentando una competencia leal y efectiva en la distribución de billetes de tren; es decir, entre los canales de venta propios de los operadores y las plataformas digitales independientes de venta de billetes, que nos permita reforzar y asentar nuestra posición como motor del sector. Solo así podremos avanzar hacía una competencia efectiva que nos permita de manera conjunta hacer del tren un modo de transporte más accesible y democrático con el que lograr un cambio modal que favorezca una movilidad inteligente y sostenible tanto en España como en Europa.

Guillermo Serrano, Head of Government Relations en Trainline