Empleo

Dos de cada tres contratos tienen fecha de caducidad

El 67,5% de los más firmados son de carácter temporal. El 57% duraron menos de un mes y apenas uno de cada diez fue indefinido a tiempo completo

Un camarero trabaja en una terraza de Santander.
Un camarero trabaja en una terraza de Santander.ROMÁN G. AGUILERAAgencia EFE

El triunfalismo con el que el Gobierno ha abrazado los datos de cierre del pasado año del mercado laboral contrasta con una realidad palmaria: España sigue liderando a doble dígito las cifras de desempleo en la Unión Europea, con una tasa general del 10,6% y juvenil del 25,3%, y no ha conseguido desvincular el crecimiento de la contratación de las situaciones de parcialidad y temporalidad, vinculadas a la estacionalidad de una economía donde el peso de la industria, y por tanto de la producción sostenida, no deja de disminuir.

El hecho de que el 99,4% del tejido productivo esté compuesto por pequeñas y medianas empresas –un 84% de ellas, microempresas– tampoco ayuda. La patronal CEOE asegura que medidas como las subidas del Salario Mínimo (SMI) y la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales no permiten crecer a las empresas.

La contribución de la industria al PIB se ha alejado en los últimos años del 20% que la UE tiene como objetivo. A principios de siglo, el peso había caído ya del 20%, pero rondaba el 19%. Sin embargo, para 2021 ya se había desplomado al 15,31% del PIB y sigue en barrena, cayendo al 14,7% en 2023, un retroceso de 0,9 puntos sobre el 15,6% de 2022, lo que complica que la creación de empleo logre esa «calidad» que el Gobierno pretende, cuya «estabilidad» se habría logrado – según defiende el Ministerio de Trabajo– con un cambio meramente «cosmético» en la denominación de la contratación.

Contratos
ContratosT. GallardoLa Razón

Y es que, en las empresas industriales sus más de dos millones de trabajadores cobraban hasta 50.700 euros en el caso de una industria grande y 30.100 en el caso de una pyme, indican los datos de la presentación sectorial del sector industrial de diciembre de 2024 con datos de 2022. Aunque las previsiones de cierre del pasado año apuntan a una recuperación de la industria química y farmacéutica, de la papelera, agroalimentaria y de la información y comunicaciones (Observatorio CaixaBank Research del Segundo Semestre de 2024), por los menores costes energéticos, España no logra que su industria prospere, lo que se deja notar claramente en el mercado laboral.

La EPA del último trimestre del año, con datos cerrados de 2024, muestra que el récord de afiliación, con 21,8 millones de ocupados, se ha construido sobre un castillo de naipes.

Y es que, de los tres tipos de contrato más firmados a lo largo del pasado año, la inmensa mayoría –dos de cada tres (el 67,5%)–, tuvieron un carácter temporal, con mayor o menor intensidad. Así, el 43,7% de los contratos (6.544.824 de los 14.975.450 contratos iniciales firmados en 2024) fueron por circunstancias de la producción, es decir, temporales. Otro 9,43% (1.412.283) fueron de sustitución, también temporales y mientras que el 35,81% de los contratos de carácter indefinido, que supusieron a su vez el 40,31% de los contratos firmados, fueron fijos discontinuos. Es decir, 2.161.959 contratos indefinidos de los 6.037.338 firmados eran fijos discontinuos.

Estos tres tipos de contratos representaron el 93,45% (13.994.445 de 14.975.450) de los contratos iniciales realizados en 2024.

De esta manera, la parcialidad es la tónica de la contratación. De los 6.037.338 contratos indefinidos, solo el 40,4% fueron a tiempo completo (2.439.960), mientras que 1.435.419 fueron a tiempo parcial (un 23,78%) y 2.161.959 fijos discontinuos (un 35,81%).

Por su parte, de los 8.938.112 contratos temporales firmados (casi el 60% de todos) el 66,45% (5.939.280) fueron a tiempo completo y un 33,55% (2.998.832) a tiempo parcial.

De este modo, atendiendo a la duración, solo el 16% fueron indefinidos a tiempo completo. Es decir, apenas uno de cada diez contratos atendió a un empleo con vocación de permanencia y de «calidad».

Esta «estacionalidad» laboral que, tras siete años de gestión de Pedro Sánchez, se ha enquistado deja una baja duración media de los 14.975.450 contratos iniciales firmados. Y es que el 21,92% (3.282.940) duraron hasta siete días, y el 35,36% (5.296.104), hasta un mes. Sumados, más de la mitad de todos los contratos firmados en España en 2024 duraron menos de un mes, el 57,28%.

De este modo, el empleo a tiempo parcial ha crecido en 2024 a un ritmo mucho más acelerado (+6,16%) que el empleo a tiempo completo (+1,57%). Este fenómeno es una de las causas que está detrás de que el empleo crezca en 2024 (2,23%) a un ritmo más intenso que el de las horas trabajadas (1,99%).

Además, hay que tener en cuenta que de los 21.858.900 personas ocupadas hay 582.400 trabajadores que compaginan múltiples trabajos para salir adelante.

Los contratos de menos de 8 horas al día se disparan

►Otro de los datos que deja la reforma laboral de 2021 (que entró en vigor a lo largo de 2022) es que los contratos a tiempo completo han pasado de representar el 65,86% de todos los firmados al 55,95% en 2024 mientras que los indefinidos a tiempo parcial han pasado de ser el 1,7% al 9,59% en 2024. De esta forma, en el cuarto trimestre de 2024 se sobrepasó por primera vez la cota de los 3 millones de ocupados a tiempo parcial (3.059.000): 265.000 más (+9,49%) respecto al trimestre anterior y 177.400 (+6,16%) más que hace un año. El 74% (2.252.600), casi 3 de cada 4, son mujeres.